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Wednesday, February 26, 2025

Lecturas Recomendadas 105: Hubris de Jonathan Haslam y la saga de Rusia, USA y la OTAN

 

Hoy cuando la Union Europea y la opinion liberal se horroriza ante el giro transaccional de Trump aliandose con Putin para cobrarle los servicios a Ucrania, es bueno recordar que en 1993 Putin queria entrar a la OTAN. Historia es una materia que los americanos suelen ignorar .

En su libro Hubris: The American Origins of Russia's War against Ukraine, Jonathan Haslam examina críticamente la decisión de Estados Unidos de ignorar la propuesta de James Baker de incluir a la Rusia postsoviética en la OTAN. Haslam argumenta que este error contribuyó significativamente al deterioro de las relaciones entre Rusia y Occidente, culminando finalmente en la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022.

La propuesta de James Baker y su lógica:

A principios de la década de 1990, el entonces secretario de Estado de EE.UU., James Baker, sugirió que la OTAN debería considerar la integración de una Rusia democrática en su alianza. Baker creía que incluir a Rusia estabilizaría el panorama de seguridad europea tras la Guerra Fría y evitaría el resurgimiento de dinámicas adversarias. Su razonamiento era que una Rusia integrada en las estructuras de seguridad occidentales tendría menos probabilidades de volver al autoritarismo o de adoptar políticas agresivas hacia sus vecinos.

La decisión de EE.UU. y sus consecuencias:

A pesar de la previsión de Baker, EE.UU. y sus aliados europeos optaron por expandir la OTAN hacia el este sin ofrecer a Rusia la membresía o una asociación significativa. Haslam sostiene que este enfoque alimentó un sentimiento de cerco y resentimiento en Rusia. La exclusión reforzó los sentimientos nacionalistas y contribuyó a una narrativa de traición por parte de Occidente, la cual fue posteriormente explotada por los líderes rusos, incluido Vladimir Putin, para justificar acciones agresivas en la región.

Vínculo con la invasión de Ucrania en 2022:

Haslam postula que la decisión de excluir a Rusia de la OTAN sentó las bases para futuros conflictos. La expansión de la OTAN hacia el este, junto con la falta de integración de Rusia en los marcos de seguridad europeos, intensificó las tensiones y la desconfianza. Según Haslam, esta relación adversarial fue un factor clave que llevó a Rusia a invadir Ucrania en 2022, ya que Moscú percibía la proximidad de la OTAN y su influencia en los países vecinos como amenazas directas a su seguridad y esfera de influencia.

James Baker

En diciembre de 1993, el exsecretario de Estado de EE.UU., James Baker, propuso la inclusión de una Rusia democrática en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En un artículo de opinión para el Los Angeles Times, Baker argumentó que la OTAN debía desarrollar un plan para incorporar a Rusia como miembro de pleno derecho. Creía que este movimiento apoyaría a los demócratas rusos y permitiría que Rusia desempeñara un papel constructivo en la seguridad europea. La lógica de Baker era que integrar a Rusia en la OTAN ayudaría a estabilizar la región y fomentaría la cooperación entre Rusia y las naciones occidentales. (Wikipedia)

Esta propuesta surgió en un momento en que Rusia atravesaba importantes transformaciones políticas y económicas tras la disolución de la Unión Soviética. Baker veía la membresía en la OTAN como un medio para anclar a Rusia dentro de la arquitectura de seguridad occidental, reduciendo así el potencial de futuros conflictos y promoviendo reformas democráticas dentro de Rusia.

Sin embargo, a pesar de tales propuestas, Rusia nunca se convirtió en miembro de la OTAN. Diversos factores, como la desconfianza mutua, las expectativas divergentes y las tensiones geopolíticas, contribuyeron a la compleja relación entre Rusia y la OTAN en las décadas posteriores.

Mas antecedentes:

En los años posteriores a la disolución de la Unión Soviética, Rusia exploró la posibilidad de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como un medio para integrarse en el marco de seguridad occidental. Esta iniciativa estuvo marcada por varios eventos y discusiones clave, particularmente durante la década de 1990 y principios de los 2000.

Primeros acercamientos (1990s):

  • 1991: El presidente Boris Yeltsin expresó el interés de Rusia en formar parte de la OTAN. En una carta a la organización, Yeltsin sugirió que el objetivo a largo plazo de Rusia era unirse a la alianza, viéndolo como una vía para integrarse en las estructuras de seguridad occidentales. (Wikipedia)

  • 1993: El exsecretario de Estado de EE.UU., James Baker, abogó por un plan para incluir a una Rusia democrática en la OTAN, argumentando que dicha inclusión podría apoyar a los demócratas rusos y contribuir de manera constructiva a la seguridad europea. (Wikipedia)

La propuesta de Putin (principios de los 2000):

  • 2000: Poco antes de su primera investidura como presidente de Rusia, Vladimir Putin indicó su disposición a considerar una integración más profunda con la OTAN. En una entrevista, afirmó: "Creemos que podemos hablar de una integración más profunda con la OTAN, pero solo si Rusia es considerada como un socio igualitario". Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de que Rusia se uniera a la OTAN, respondió: "No veo por qué no". (Wikipedia)

  • 2000: En una reunión con el secretario general de la OTAN, George Robertson, Putin preguntó sobre las perspectivas de que Rusia se uniera a la alianza. Robertson recordó que Putin le preguntó: "¿Cuándo nos van a invitar a unirnos a la OTAN?" Esta pregunta subrayó el interés de Putin en alinearse con las estructuras de seguridad occidentales. (The Guardian)

Desafíos y divergencias:

A pesar de estos acercamientos, varios factores contribuyeron al fracaso de la integración de Rusia en la OTAN:

  • Percepción de desigualdad: Rusia quería unirse a la OTAN como un socio igualitario, deseando un estatus que reflejara su visión de sí misma como una gran potencia. El proceso estándar de adhesión, que requería que los nuevos miembros cumplieran con criterios políticos y militares específicos, fue visto por el liderazgo ruso como un menoscabo de su estatus. (The Guardian)

  • Expansión de la OTAN: La expansión hacia el este de la OTAN durante los años 1990 y 2000, incorporando países del antiguo Pacto de Varsovia y los estados bálticos, fue percibida por Rusia como un avance estratégico en su esfera de influencia. Esta expansión generó una sensación de cerco y desconfianza hacia las intenciones de la OTAN. (Wikipedia)

  • Tensiones geopolíticas: Incidentes como la intervención de la OTAN en Yugoslavia en 1999 sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU exacerbaron el escepticismo de Rusia hacia la OTAN. Moscú consideró estas acciones como una violación del derecho internacional y una marginación de su influencia en asuntos de seguridad global. (Wikipedia)

De la divergencia a la confrontación:

La brecha entre Rusia y la OTAN culminó en una escalada de tensiones, particularmente en relación con Ucrania:

  • 2008: En la cumbre de la OTAN en Bucarest, la alianza declaró que Ucrania y Georgia eventualmente se convertirían en miembros. Rusia se opuso vehementemente a esta declaración, viéndola como una amenaza directa a sus intereses estratégicos y a su influencia regional. (Reuters)

  • 2014: La anexión de Crimea por parte de Rusia y su apoyo a los movimientos separatistas en el este de Ucrania marcaron una escalada significativa en las relaciones entre Rusia y la OTAN. Estas acciones fueron condenadas por la OTAN y llevaron a la suspensión de la cooperación práctica entre ambas partes. (OTAN)

  • 2022: Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania, citando, entre otras razones, preocupaciones sobre la posible expansión de la OTAN a territorio ucraniano. Esta invasión provocó una condena internacional generalizada, la imposición de severas sanciones económicas contra Rusia y un refuerzo de la presencia militar de la OTAN en Europa del Este. (The Times)

En resumen, aunque hubo discusiones iniciales y cierto interés por parte de Rusia en ingresar a la OTAN, las expectativas divergentes, la desconfianza mutua y los conflictos geopoliticos de corto plazo frustraron una oportunidad de evitar el conflicto con Ucrania y volver a Rusia miembro de la OTAN.


Jonathan Haslam es un historiador de renombre especializado en la historia de las relaciones internacionales, particularmente en lo que respecta a la Unión Soviética y Rusia. Ha sido profesor George F. Kennan en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton y es profesor emérito de Historia de las Relaciones Internacionales en la Universidad de Cambridge. Haslam ha escrito numerosas obras sobre la política exterior soviética y rusa, entre ellas Russia’s Cold War: From the October Revolution to the Fall of the Wall y Near and Distant Neighbors: A New History of Soviet Intelligence. Su amplia investigación y experiencia proporcionan una perspectiva integral sobre las complejidades de las relaciones entre EE.UU. y Rusia, así como sobre los contextos históricos que condujeron a los conflictos contemporáneos.


Bibliografía:

  • Haslam, J. (2024). Hubris: The American Origins of Russia's War against Ukraine. Bloomsbury Publishing.
  • Haslam, J. (2011). Russia's Cold War: From the October Revolution to the Fall of the Wall. Yale University Press.
  • Haslam, J. (2015). Near and Distant Neighbors: A New History of Soviet Intelligence. Farrar, Straus and Giroux.

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