En Utopismo: Una introducción muy breve, L. T. Sargent (2010) define el utopismo como un “sueño social”: una visión idealizada de sociedades perfectas llamadas a superar la imperfección humana. Sin embargo, como advirtió Karl Popper en La sociedad abierta y sus enemigos (1945), los intentos de realizar utopías mediante ingeniería política suelen conducir a la tiranía, porque exigen uniformidad, suprimen la disidencia y justifican la coerción en nombre de un “bien superior”.
Este artículo analiza cómo el pensamiento utópico alimenta tanto el extremismo de izquierda como el de derecha. En particular:
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Anarcocapitalismo — utopía de derecha de mercados sin Estado.
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Neomarxismo — utopía de izquierda de igualdad total mediante planificación y control.
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Apoyo a Hamas — utopía de “resistencia” que ignora su realidad teocrática y terrorista.
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Presidencias imperiales de ultraderecha (Trump, Putin, Orbán) — ejemplos actuales de autoritarismo utópico que amenazan a las sociedades abiertas.
I. Anarcocapitalismo: la utopía de la “no-sociedad regulada”
El anarcocapitalismo propone abolir el Estado y dejar la justicia, la seguridad y la moneda en manos privadas. Esto refleja lo que Popper llamó ingeniería social utópica: la creencia de que un diseño audaz puede borrar las imperfecciones de la historia.
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Falsedad: supone que el orden espontáneo puede reemplazar las instituciones.
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Resultado: vacíos de poder ocupados por mafias, milicias o monopolios.
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Caso Argentina: las reformas de Milei en 2024 —desregulación y recorte abrupto de subsidios— produjeron recesión y pobreza masiva antes de lograr cierta estabilización, confirmando la advertencia de Sargent: los atajos utópicos suelen generar daño social.
II. Neomarxismo: la utopía del “Estado perfecto”
El neomarxismo actual amplía los objetivos marxistas clásicos con demandas identitarias, prometiendo igualdad absoluta en economía, cultura y lenguaje. En términos de Popper, esto es historicismo utópico: la idea de que la historia tiene un fin predeterminado, una sociedad sin clases ni contradicciones.
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Falsedad: creer que se puede eliminar el conflicto social aboliendo la desigualdad.
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Resultado: el Estado expande su poder coercitivo para imponer uniformidad en nombre de la justicia.
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Ejemplos históricos: la URSS, Cuba y Venezuela muestran cómo las utopías de igualdad degeneraron en represión, corrupción y pobreza.
III. Hamas: utopía revolucionaria y distopía teocrática
La izquierda radical suele presentar a Hamas como “resistencia legítima”. Pero su carta fundacional de 1988 proclama la destrucción del Estado de Israel mediante la yihad, y aunque documentos posteriores suavizaron el lenguaje, no se revocó la premisa.
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Falsedad: idealizar al oprimido como encarnación automática de justicia.
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Realidad: Hamas aplica un régimen autoritario religioso, reprime mujeres y minorías y utiliza a civiles como escudos.
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Resultado distópico: opresión interna en Gaza y escalada regional.
IV. La falacia utópica de la “solución de dos Estados” sin neutralizar a Hamas
La propuesta de dos Estados se presenta como fórmula racional para la paz. Sin embargo, resulta utópica si Hamas mantiene poder militar y político. Popper advertía que los planos utópicos ignoran la necesidad de “ingeniería gradual” para instituciones viables.
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Problema: Hamas no reconoce a Israel y busca su eliminación.
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Riesgo: un Estado democrático coexistiendo con un proto-Estado islamista armado institucionalizaría el conflicto.
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Lección: sin desarmar o transformar a Hamas, el acuerdo sería una ficción destinada al fracaso.
V. Presidencias imperiales de ultraderecha: Trump, Putin y Orbán
Popper advirtió que los líderes autoritarios explotan narrativas utópicas para justificar la concentración de poder. Esto se observa en las presidencias imperiales de ultraderecha, que erosionan instituciones liberales.
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Donald Trump: propone un renacimiento nacional bajo “America First”, presentándose como salvador único. Resultado: debilitamiento de contrapesos, erosión de la confianza electoral y polarización.
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Vladimir Putin: encarna una utopía nacionalista de resucitar el imperio ruso, justificando la invasión a Ucrania. Su régimen combina represión, propaganda y militarismo.
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Viktor Orbán: defiende una “democracia iliberal” en Hungría, una utopía de homogeneidad cultural y soberanía nacional. A través de control mediático y judicial, reduce el pluralismo, núcleo de la sociedad abierta.
Patrón común: se presentan como guardianes infalibles del destino nacional, una ficción utópica que autoriza el desmantelamiento de las instituciones.
VI. Dos extremos, un mismo patrón
A pesar de sus diferencias, el anarcocapitalismo, el neomarxismo, el utopismo pro-Hamas y las presidencias imperiales de ultraderecha comparten tres rasgos:
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Perfeccionismo ingenuo — creer en un orden sin contradicciones.
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Supresión del pluralismo — uniformidad del mercado, igualdad absoluta o unidad nacional sin disenso.
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Justificación del daño — presentar el sufrimiento como sacrificio necesario para alcanzar el paraíso prometido.
Conclusión
El pensamiento utópico es la raíz común de los extremismos. De derecha o de izquierda, desde mercados sin Estado hasta Estados totales, desde movimientos revolucionarios hasta presidencias imperiales, todas las utopías niegan la imperfección humana y los límites institucionales. La consecuencia es violencia, represión o colapso sistémico.
La alternativa liberal —la sociedad abierta de Popper— es más modesta pero más sostenible: reformas graduales, pluralismo y contrapesos institucionales. No promete un paraíso, sino mejoras graduales dentro de los límites de la naturaleza humana. Esa modestia es, paradójicamente, su mayor virtud.
Referencias (APA)
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Popper, K. (1945). La sociedad abierta y sus enemigos. Londres: Routledge.
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Sargent, L. T. (2010). Utopismo: Una introducción muy breve. Oxford University Press.
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Reuters. (2024, 26 de septiembre). Milei’s austerity seen pushing half Argentina into poverty.
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Reuters. (2025, 31 de marzo). Poverty-hit Argentines rummage for food even as economic outlook improves.
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Avalon Project. (1988). The Covenant of the Islamic Resistance Movement (Hamas Charter). Yale Law School.
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Wilson Center. (2017). The Doctrine of Hamas: New Charter vs. Old Charter.
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AP News. (2025). Argentina poverty levels slide as Milei tames inflation.
Datos y fuentes recientes
1. La Carta Fundacional de Hamas y su contenido
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Publicada el 18 de agosto de 1988, la Carta de Hamas declara explícitamente que Israel debe desaparecer, y que Palestina es “una unidad islámica indivisible” que no puede ceder parte de su territorio, pues hacerlo equivaldría a traición. CIE+3Catarata+3Intelligence Resource Program+3
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El Artículo 2 del estatuto original afirma que la lucha contra los sionistas es tan grave que no admite negociación; exige la “liberación de Palestina” a través de la yihad y rechaza cualquier solución política que implique reconocer Israel. CIE+2Intelligence Resource Program+2
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Aunque en 2017 Hamas publicó nuevos estatutos que suavizan algunos términos y dicen aceptar las fronteras de 1967, no hay retractación explícita de los artículos fundamentales de la carta original, ni del objetivo de resistencia armada. Wikipedia+1
Interpretación relevante: estos textos confirman que el actor en cuestión no solo es armada y políticamente activo, sino que su ideología no contempla una coexistencia reconocida con el Estado de Israel como actualmente existente, lo cual hace inviable una solución de dos Estados que no exija previamente que Hamas deje de tener un objetivo de destrucción. Esa ideologicalzlación sirve como base para la crítica: apoyar la solución de dos Estado sin exigir la transformación o desarme del actor militante equivale a sostener una utopía sin tomar en cuenta la realidad de la ideología y estructura de poder.
2. Indicadores sociales recientes en Argentina: pobreza, indigencia y niñez
Estos datos muestran los costos sociales del estatismo o de políticas económicas extremas y reflejan lo que Sargent advierte: los utopismos abstractos muchas veces producen sufrimiento real.
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Pobreza total: para el segundo semestre de 2024, la pobreza en Argentina fue del 38,1% de la población. Esto representa una disminución desde el 52,9% del primer semestre de 2024. Reuters+4Argentina Government+4UNL+4
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Indigencia: en ese mismo periodo, la indigencia alcanzaba al 8,2% de la población (~2,5 millones de personas) argentinos. El País+2Argentina Government+2
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Niñez: los menores de 14 años fueron los más afectados: alrededor del 51,9% en pobreza; 11,5% en indigencia. El País
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Pobreza monetaria reciente: un informe de UNICEF para el segundo semestre de 2024 sitúa la pobreza monetaria infantil en 52,7%, con pobreza extrema en torno al 9,3% según proyecciones institucionales para el primer semestre de 2025. UNICEF
Interpretación relevante: aunque bajo Milei hubo una caída notable de la pobreza desde los extremos de 2024, los niveles siguen siendo muy altos. Esto muestra que las utopías económicas, ya sea estatistas que prometen bienestar universal, o libertarias duras que prometen mejorar todo mediante libre mercado, enfrentan una realidad costosa y lenta para transformarla, y con consecuencias sociales importantes si los cambios son abruptos.
3. Víctimas y efectos del conflicto entre Israel y Hamas
Para entender lo que implica apoyar movimientos como Hamas sin tener en cuenta las consecuencias humanitarias, conviene ver cifras recientes:
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Víctimas civiles reportadas en Gaza tras las ofensivas israelíes responsables de atacar estructuras militares de Hamas. Un informe citado por Huffington Post (abril 2025) indica más de 52.243 fallecidos y más de 117.639 heridos desde los eventos mayores de octubre de 2023. Más del 65% de las víctimas serían mujeres, niños y ancianos. ElHuffPost
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Las autoridades de Gaza denuncian la muerte de más de 2.200 familias completas (cada familia implicando varios miembros) y más de 5.070 familias con solo un sobreviviente. ElHuffPost
Notas de matiz:
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Hay cuestionamientos sobre la fiabilidad y transparencia de algunas cifras, ya que muchas provienen de agencias o autoridades bajo influencia de Hamas. infobae
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No obstante, los reportes coinciden en la magnitud: los daños civiles son muy elevados, lo que sugiere que la violencia política utópica tiene costos humanos reales, inmediatos y atroces.
Cómo incorporar estos datos en la crítica utópica
Con estos elementos empíricos, se fortalecen los siguientes argumentos:
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Apoyar la teoría de dos Estados sin exigir el desmantelamiento del aparato militante o la renuncia de objetivos de destrucción expresa (como los de Hamas) es una utopía política ingenua, pues ignora la incompatibilidad entre la ideología fundacional de Hamas y la convivencia pacífica.
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Las cifras de pobreza en Argentina muestran que los cambios radicales —estatistas o libertarios extremos— no tienen efectos inmediatos uniformes: hay víctimas sociales en los sectores más vulnerables, niños y hogares en pobreza extrema. Las utopías que prometen bienestar ilimitado deben responder cómo protegerán a estos sectores en la transición.
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Los datos humanos del conflicto (víctimas civiles) demuestran que la idealización de la resistencia o del actor oprimido puede encubrir violencia real, efectos colaterales desproporcionados, y una constante retroalimentación de sufrimiento. Esto se relaciona con lo que Sargent advierte: utopismos que valoran la pureza del bien pueden tolerar o justificar atrocidades en nombre de su fin.
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