Las desarrapadas y patéticas opciones opositoras a la reelección de Cristina Kirchner han perdido con Néstor Kirchner a su único candidato aglutinante, el que mejor representaba y convocaba al 70 % de la población argentina que está harta del "modelo K" y soporta sus consecuencias.
y en ese escenario -un final "mano a mano"- las escenas de la final de 1983 y su quema de cajones pueden volver a inflamar el combustible que han sembrado los Kirchner en 8 años de gestión-aquellarre.Y la respuesta electoral que generó en 1983, con una totalmente imprevista y rotunda derrota del "invencible" binomio peronista
llenando los orticones y cobrando 100.000 dolares por cantar en los actos ofciales del Bicentemnarios.
Tampoco faltarán los toqueteos al fútbol, los cortes de calles, las tomas y paros preventivos y las batallas desaforadas en las que se hunde la Inmobiliaria Shocklender.Bonafini despidiendo obreros impagos en las zonas menos convenientes del país para los cálculos electorales del gobierno.

Sólo un factor puede provocar la segunda vuelta: el kirchnerismo y su capacidad para provocar el voto-asco.
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