En una nueva demostracion de su diplomacia kamikaze dentro de lo que bautizaramos como el Eje de los Imbeciles -el cada vez mas aislado club de los paises con los peores gobiernos de este atribulado planeta- , la desopilante Cristina Kirchner resolvio el conflicto historico de Malvinas apoyando el referendo de Crimea, por el que un 60 % de los habitantes opto por el pais de su lengua materna -Rusia- en lugar del que tenia derechos geograficos -Ucrania-.
En 2013, un referendum entre los habitantes de las islas dio un 98 % a favor de formar parte de Gran Bretaña. Al declarar que "Crimea siempre fue rusa" -basando la soberania en el origen de los habitates (como lo hace Putin y lo hizo Hitler con los Sudetes polacos)-, el gobierno de Cristina Fernandez acepto las premisas del plebiscito de 2013 y sepulto los argumentos historicos del nacionalismo argentino, reemplazandolos por los del nacionalismo ruso y el britanico.
Lo que es bueno para Rusia es tambien bueno para Gran Bretaña. Lo que es malo para Ucrania lo es tambien obviamente para Argentina.
A menos, claro esta, que se tenga un canciller como el inefable Timerman, capaz de entregar a las victimas del atentado de AMIA a sus victimarios iranies.
Cristina Kirchner ha finalmente dado la razon a la posicion historica britanica.
El "harakiri ucraniano".
De este modo insolito, el gobierno de Cristina Kirchner termina avalando el referendo realizado en 2013 en las islas que reclama Argentina desde 1833 -con solo 4 años de ocupacion efectiva entre 1829 y 1833 (cuando el gobierno de Rosas en Buenos Aires no era acatado por el interior)-
por medio de un unilateral y voluntario harakiri diplomatico que combina las sinrazones del nacionalismo psicotico argentino con la desesperacion por rublodolares que impulsa el derrumbe economico del "modelo" K.
La salida final de Cristina Kirchner hace que nuestra fantasia humoristica de unas Malvinas manejadas con el "modelo K" queden opacadas por otra proeza diplomatica.
Como dijeramos en un articulo anterior, las Malvinas siempre seran argentinas y las Falkland, britanicas.
Chile ya lo ha entendido asi y -como es habitual- da otra leccion de pragmatismo en politica internacional, beneficiandose con todo lo que hubiese obtenido Argentina de seguir con los acuerdos de 1999 (que le daban el 50 % de las regalias petroleras de las islas)
Una nueva derrota se suma a la nutrida coleccion del nacional socialismo argentino, justo dias antes del aniversario de la derrota y rendicion de 1982.
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