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Thursday, October 15, 2015

Lecturas recomendadas 53: Argentina 1930-2015: es el populismo, estupido!



Un reciente (y excelentemente documentado) libro del ex diputado Fernando Iglesias pone finalmente el dedo en parte de llaga que explica las 8 decadas (1930-2015) de continua decadencia economica, cultural y social de la Argentina, que hemos comentado desde el inicio (2008) de este Blog y se pueden apreciar simplemente contemplando estos graficos de evolucion del PBI por habitante comparado con los Estados Unidos (clickar en el grafico para ampliar)


El libro de Iglesias propone varios argumentos de peso para explicar el fenomeno, centrando la causa de la decadencia en el peronismo que endemicamente ha dominado la escena politica argentina en sus diversas encarnaciones (1945-2015) :
  1. El peronismo tiene dos alas: el Partido Populista, que ha gobernado con recetas populistas tradicionales (1945-55), fascistas (1974-75), neoliberales (1989-98) y pseudoizquierdistas (2003 al presente) y el Partido Militar, en cuyos golpes y dictaduras ha sido impulsor, inspirador ideologico y proveedor de funcionarios (el joven Capitan Peron encaramado como custodio del general Uriburu en el golpe de 1930, co-conspirando en el golpe de estado de 1943, los decretos de "aniquilamiento" y la fundacion del terrorismo de estado por el mismo Peron e Isabel Peron en 1974-76, el apoyo y la provision de funcionarios para la dictadura de Videla a Galtieri).
  2. La repetida colonizacion de los tres poderes, los sindicatos y las organizaciones "sociales" que dominan las calles y concentran el poder derribando gobiernos alternativos (Alfonsin, Alianza) haciendo nacer el mito de la "gobernabilidad" que tiene al peronismo como indispensable requisito.
  3. El "capitalismo de cuates" y la concentracion del poder economico en monopolios estatales o privados.
  4. El "voto cautivo" de una creciente masa de pobres que dependen exclusivamente de los fondos del Estado manejados por los "punteros" o "barones" del Partido Peronista de turno en el poder.
El libro de Iglesias destruye con estadisticas los mitos de la reduccion de la pobreza (convertida desde la crisis de 2001 -generada por un gobierno de coalicion peronista-radical volteado y reemplazado por 5 sucesivos presidentes peronistas), que ha aumentado de un 10 % historico a un 35 % sistemico e inmutable desde 2001, la independencia economica -convertida en dependencia de China, Venezuela e Iran ademas de la sostenida dependencia de los acreedores del FMI y los holdouts a los que se sigue pagando sin acceso al credito salvo a tasas siderales- y la justicia social, transformada en un conurbano poblado de villas miseria que se codean en el mismo frente de la Casa Rosada con las obscenas torres de Puerto Madero en donde viven y lavan dinero los funcionarios del "gobierno popular".


Pero lo que Iglesias omite es la extension del mismo "modelo" a los partidos opositores: radicales, socialistas y hasta el reciente macrismo sostienen el mantenimiento del modelo clientelista de planes sociales que mantienen al 54 % de la poblacion economicamente activa fuera del empleo productivo, viviendo en villas miseria y "complementando" sus ingresos con saqueos, narcotrafico y robo -que emplean segun nuestros calculos entre 3 y 5 millones de personas (si extrapolamos la cifra de robos diarios).

No se trata por lo tanto solo del peronismo, sino del populismo, que devasta a toda la America Latina bolivariana 



con cifras como las que entrega la Argentina a su proximo presidente:

Pobreza sistemica (es decir, requerida para crear voto cautivo y transferir riqueza a la oligarquia populista que vive en las torres de Puerto Madero y los barrios privados de fondos publicos, capitalismo de amigos y lavado de dinero). A diferencia de la pobreza generada por crisis circunstanciales -como la Depresion de 1930 en Estados Unidos o el default de 2001 en Argentina-, la pobreza sistemica no es creada por las crisis sino por las "soluciones" populistas. 

Con el pretexto de proteger a los sectores "vulnerables" (eufemismo "politicamente correcto" para disimular la pobreza) , los modelos populistas reemplazan empleo productivo con empleo publico improductivo y subsidios clientelistas a cambio de votos que (a) eliminan estimulos para trabajar y (b) penalizan a quienes tratan de hacerlo con perdida de "subsidios" y "planes".

Se crea asi un "circulo vicioso" que amplia la pobreza al reducir la poblacion activa productiva y aumentar el numero de dependientes del Estado. Actualmente en Argentina hay 11 millones de personas que viven del Estado contra solo 9 millones de aportantes.


Voto cautivo: que genera un "piso" creciente del 36 % del voto forzado a cambio de cobrar "planes" y subsidios a las tarifas de la clase media empleada en el Estado sostenidos con fondos sustraidos a las jubilaciones futuras expropiando las privadas y vaciando al ANSES y el Banco Central.


Y sus consecuencias:

Ajuste inflacionario: que ha transferido ingresos de los sectores que no tienen acceso a dolares a los que los tienen mediante una inflacion anual del 25 al 30 %


que se refleja en el tipo de cambio a pesar del fraude estadistico:


Y consume las reservas reales al punto de dejar al proximo gobierno en situacion de cesacion de pagos internos y externos y forzado  al pago del "pagadios" de 2002 y a una megadevaluacion:


Como explicamos en este Blog al hablar de la macroeconomia del populismo, Argentina se enfrenta a la etapa de crisis y derrumbe del sistema en el peor momento posible, cuando caen los precios de las commodities que generaron la ilusion de crecimiento del "viento de cola" (que los gobiernos bolivarianos dilapidaron rapidamente) y el derrumbe de Brasil, China y los paises emergentes con fuga de capitales hacia economias normales como las de Estados Unidos, el norte de Europa y en America Latina, paises como  Chile y Uruguay, que ofrecen garantias de refugio a los capitales argentinos y venezolanos.

La eleccion  de 2015 es nuevamente una "no-eleccion", en la que todos los candidatos apoyan (al menos publicamente) al modelo populista.

Parafraseando al asesor de Bill Clinton, James Carville, el libro de Iglesias deberia haberse titulado "Es el Populismo, estupido!" en lugar de limitarse a una de sus variantes.

Esto ultimo no es casualidad: Iglesias, ex diputado de la populista Coalicion Civica de Elisa Carrio (una de las autoras del mamarracho constitucional de 1994 que creo el Consejo de la Magistratura y llevo los subsidios -disfrazados de "derechos sociales" (como rezaba la Marcha Peronista)- al rango de inamovibles e indefinidos "derechos constitucionales" -que hoy abarcan disparates insostenibles como cobrar jubilaciones sin aportes, engendrar hijos o no trabajar-) comparte la idea del "Estado Benefactor" con la que se ha engendrado el actual e insostenible engendro populista.

Los antiguos socialistas democraticos -como Alfredo Palacios y Juan Bautista Justo- que crearon las primeras leyes sociales creian en la necesidad de promover una cultura del trabajo que pagara con deberes sociales -como el producir, no intoxicarse, ir al colegio y cuidar la higiene publica y privada- se hubiesen horrorizado ante la parodia de sus ideas que el populismo ha instalado en la Argentina. 

Mas que "socialismo democratico", el "socialismo nacional" (inversion de terminos acunada por los nacionalistas que dieron el golpe del 30 para disimular su inspiracion evidente) deberia llamarse "sucialismo" por la inundacion de pobres durmiendo en las veredas, comiendo de la basura y mendigando con sus "trapitos" en los semaforos.

La oposicion que avalo los "decretos de necesidad y urgencia", los "superpoderes", el "pagadios", la pesificacion de ahorros, la incautacion de jubilaciones, la colonizacion de la Justicia a traves del siniestro "Consejo de Magistratura" y la Constitucion neofascista de 1994 y el Pacto de Olivos -con el que el presidente puede eludir una segunda vuelta con apenas el 40 % de los votos- carece no solo de entidad moral para ser opcion del gobierno actual, sino de ideas diferentes.

Peronistas o antiperonistas, son todos populistas y por tanto, parte del problema (como demostro la Alianza antimenemista de 2000 con la formula radical-peronista que llevo a la crisis de 2001)

La salida de Argentina se encamina peligrosamente a otra catastrofe postelectoral como las de 1973 y el 2000, eligiendo la misma formula con otros nombres para cargarle las culpas del inevitable proximo desastre.

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Referencias

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