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Sunday, April 25, 2010

Argentina, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia: el retorno de las dictaduras II


dictador, ra
m. y f.


Gobernante que asume todos los poderes del Estado y que no se somete a control constitucional ni legislativo alguno.
adj. y s. [Persona] que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás.

Art. 29.-

El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna.

Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria.

Constitucion de la Nación Argentina

La crisis financiera de los noventa dejó al descubierto la verdadera naturaleza del sistema social y político de los países latinoamericanos
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Para países como Argentina y Venezuela -ejemplos crónicos de economías dirigidas por estados populistas fundados en los cincuentas y nunca reformados- el viraje del Estado privatizador al Estado nacionalizador fue tan brutal como inmediato.
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La salida de los experimentos "privatizadores" basados en hipotecar parte del andamiaje estatal heredado para atraer dólares para los grupos que controlan el poder desde los años 50 -partidos hegemónicos, sindicatos estatales, proveedores del Estado devenidos empresarios - fue rápida y expeditiva: pasar a una igualmente veloz y descontrolada fiebre "nacionalizadora" y "estatizadora" que "recompraba" los mismos activos hipotecados con nueva deuda para las mismas manos.
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El único obstáculo para estos rápidos virajes y la violenta redistribución regresiva del ingreso en favor de los grupos económicos y políticos en el poder a expensas de brutales caídas del ingreso de la mayoría de la población -70 % en promedio para Argentina entre 2001 y 2003 - eran las instituciones republicanas y federalistas definidas por las constituciones que limitaban y contraponian los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, las autonomías provinciales y las garantias a la actividad privada no controlada por el gobierno.
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Apuntalándose en los modelos autoritarios de Cuba y de los catastróficos experimentos setentistas y la financiación de los petrodólares venezolanos e iraníes y los narcodólares producidos por los "narcoenclaves" colombianos, bolivanos, venezolanos, centroamericanos y mexicanos, Chavez, Kirchner, Morales, Ortega, Correa se lanzaron de inmediato a implementar un programa común de reformas constitucionales y/o "leyes especiales" dirigidas a establecer:
  1. Reelección indefinida
  2. Suma del poder público ("superpoderes") y control de la "caja" económica
  3. Gobierno por decretos de "necesidad y urgencia"
  4. Copamiento y control de las Cortes Supremas y el poder judicial
  5. Leyes "de medios" que permiten controlar mediante expropiación o licencias la prensa disidente.
Bienvenidos a las dictaduras populistas bolivarianas.


Como la definición con la que abrimos este artículo explica, no hace falta uniformes o militares para constituir dictadores y dictaduras.
Los uniformes que aún usan los octogenarios Castro tras 50 años en el poder han sido reemplazados por trajes y corbatas, bandas presidenciales y parlamentos y juzgados-escribanías.
La evolución política de América Latina se ha bifurcado en dos direcciones, una progresista -que ha crecido y reducido exitosamente la pobreza durante los últimos 25 años- y otra reaccionaria, -que la ha agravado, creando ciclos cataclísmicos de euforia y default durante ese mismo período.-.
Los paises que adoptaron la dirección progresista -Chile, Brasil, Uruguay,Colombia, Costa Rica -adoptaron el modelo republicano y reforzaron sus democracias con garantías legales, pluralidad y alternancia política e impulso a la actividad privada y los mercados.
Los países que adoptaron la dirección reaccionaria -Venezuela, Argentina, Nicaragua, Ecuador, Paraguay y Bolivia - retornaron al caudillismo populista de los cincuentas concentrando el poder y la riqueza en grupos de privilegio asociados a megaestados clientelistas.
Los argumentos para justificar la concentración del poder y la transición a las dictaduras fueron los mismos que se usan desde Julio César: crisis "extraordinarias", combatir "herencias del pasado" que provocaron -y provocan- la actual miseria, "emergencias económicas" sin fecha de expiración y -por sobre todo- impedir el retorno a modelos o sistemas anteriores -aunque hayan obtenido más votos que los propios-.
La dictadura no es necesaria para la corrupción o el mal uso del poder:los gobiernos de Menem y De la Rua en Argentina o de Carlos Andrés Perez en Venezuela demuestran que aún con instituciones y controles republicanos es posible en un sistema presidencialista robar el erario público y entregar la economía a intereses locales especiales.
Lo que la dictadura garantiza es la perpetuación del orden establecido, la imposibilidad de cambiar el rumbo y la posibilidad de proscribir y perseguir a quienes cuestionan el rumbo como enemigos del estado (no ya del Gobierno), del "pueblo" y de sus "conquistas".
Y si algo justifica la existencia de centenares de parlamentarios, jueces y costosos procesos deliberativos para crear leyes es precisamente la capacidad de la democracia de cambiar políticas y políticos en forma pacífica y veloz.
Cuba inició el experimento en 1959, reemplazando por la via armada a un dictador de uniforme -Batista- con otros que lo siguen usando 50 años más tarde.
Argentina y Venezuela tomaron el camino civil, reemplazando el sistema democrático de sus constituciones con dictaduras civiles sin fecha de expiración que lo parodian.
Al hacerlo, crean condiciones para nueva y más grave violencia futura, ya que cierran las puertas a controles y cambios democráticos.
Es hora de recordar que la democracia no es simplemente el sufragio universal y que las dictaduras no lo son por la vestimenta de los dictadores sino por las leyes e instituciones que las establecen.
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Los que no aprenden de la Historia tienden a repetirla.

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Referencias
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1 comment:

Antonio Machado said...

Así es, y qué bien le queda a don Néstor la chaquetilla de don Adolfo que le puso la revista Noticias.
Chávez recuerda al payasesco Mussolini, Kirchner al crispado y paranocio Hitler.
Pobres Venezuela y Argentina. O tal vez estúpidas, porque los votan.