Pero el problema con Francia -como con Greciay España - es que los gobiernos siempre prefieren argumentos "progresistas" que se basan en pasarle la factura a la siguiente generación -o al menos, al siguiente gobierno-.
Y ahora le llega a Sarkozy -quien fue elegido precisamente para hacer una "limpieza" de los abusos de la semana de 35 horas laborables y las jubilaciones y pensiones para "jóvenes" en un país donde la población envejece, la natalidad cae y casi el 50 % de los empleos están en un sector público esclerótico -particularmente en las degradadas universidades públicas-
De allí salen precisamente los que protestan -ninguno en edad jubilatoria-: estudiantes, profesores y empleados públicos vitalicios.
Pueden, por supuesto, juntar 1 o 2 millones de manifestantes -ese deporte francés inaugurado con la Toma de la Bastilla- pero no convencer a la mayoría de los franceses contemporáneos-que -muy a su pesar- saben que la enfermedad es mucho peor que este trago de ricino.
Los modelos clientelistas y el "Estado benefactor" se han convertido en un ancla de cemento atada al cuello de una Europa meridional que boquea en busca de oxígeno.
Las huelgas y manifestaciones en Grecia, España y ahora Francia son métodos desesperados del siglo 19 que no hacen mella en las realidades del siglo 21.
El eje bolivariano debe ir poniendo las barbas en remojo.
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Referencias
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1 comment:
Francia -con perdon de Caputo y otros zombies de izquierda de salon del gabinete de Alfonsin I (Roulet, Oszlack y otros)- ha sido el "modelo" del izquierdismo "alpedista" que ha arruinado a la Argentina desde la "izquierda" (valen las comillas por la falta de seriedad) como los menemistas la han devsatado desde la "derecha" robando tan rapido como Stevie Wondertoca el organo.
Ahora, en la patria de la guillotina y las denominaciones basadas en donde se posa el culo de un diputado -"izquierda" o "derecha"- les llega el turno a ambas.
Excelemte articulo.
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