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Tuesday, December 14, 2010

Argentina bolivariana IV: diez años de retroceso social hacia la ley de la selva

"La mejor demostración de la inmoralidad del robo es que si todos robasen, nadie conservaría ninguna propiedad" Emmanuel Kant

La Argentina está aprendiendo moral kantiana a los palos y las piedras, sumida en una nueva implosión del insostenible y perverso modelo social implantado en la última década para justificar la mayor transferencia regresiva de ingreso y condiciones de vida de su historia.

Los argumentos elegidos para justificar el "modelo" neofascista que ha hecho crecer simultáneamente la villa 31 y los pisos de 7,500 dólares el metro cuadrado del Puerto Madero legado por la etapa menemista en la misma nuca de la Casa Rosada han quedado desnudados en su colosal falacia.

  1. Las 300,000 viviendas prometidas en 2006 se han construído y entregado menos de 25,000
  2. La "inmobiliaria Bonafini-Shocklender" -última mutación en la degradación de los derechos humanos hacia la corrupción clientelista- no sólo no ha resuelto los problemas de vivienda, sino que -además de haber iniciado la disputa contra bolivianos y paraguayos echándolos simbólicamente de la Plaza de Mayo- ha desatado más divisiones entre los capitanejos y caciquejos clientelistas encaramados a planes sociales de administración y explotación electoral de la miseria.
  3. Los 52,000 millones de dólares de reservas y las "tasas chinas" de 10 años de "viento de cola" sojero no sólo no han modificado el 34 % de pobres sino que lo han hecho estructural, a través del reemplazo del empleo genuino y productivo por subsidios y de la vivienda digna por hacinamientos y ocupaciones que se han construido varias "ciudades ocultas"
  4. Los pobres y desarrapados que se disputan las tierras que ocupan evidencian de modo penoso el fondo mismo del problema: reclaman derecho de propiedad que el Gobierno pretende se ejerza a costa de los de otros pobres que llegaron antes.
En lugar de hacer un proceso de habilitación mediante empleos genuinos y titularización de las miles de propiedades sin escritura que eternizan la precariedad de la pobreza (haciendo que los pobres sean los primeros aterrorizados por las ocupaciones) como hizo en Perú con 500,000 campesinos y villeros el economista peruano Hernando de Soto,




durante 10 años se ha hecho lo contrario -precarización de la propiedad, el empleo, los derechos básicos y la seguridad de los más pobres- con argumentos pseudoprogresistas.

La descomposición social ocultada por el fraude estadístico e ideológico del gobierno sigue emergiendo imparable, como los libros de texto explican a quienes saben leer ocurre cuando se mantienen un 34 % de la población 10 años bajo la línea de pobreza y con 26 % de subempleo y desempleo.

Después de repetir por esa misma década que el Estado debe proveer de todo a todos, las tomas y ocupaciones han evidenciado que en realidad el Estado omnipotente y justiciero proclamado en el discurso kirchnerista, ha sido convertido deliberadamente mediante el saqueo en una paralizada, desguazada e inservible burocracia que ni protege, ni educa ni imparte justicia-como quienes leen bien a Marx deberían recordar-

Después de sufrir los rigores del default y la quita repentina del 70 % de los ingresos y ahorros, los incautos que compraron los buzones ideológicos del kirchnerismo vienen a descubrir que los 85,000 millones de dólares que se dejaron de pagar no se los llevaron ni el FMI ni los "fondos buitres" del vago mundo exterior sino que fueron a parar a los palacios de Puerto Madero y los yates argentinos estacionados en Punta del Este y Nordelta durante la misma megadepresión 2001-2003

Ahora descubren también los incautos que los 124,000 millones de deuda nueva, los 52,000 millones de reservas y los 14,000 millones de dólares anuales de "caja chica" manejados durante 10 años (unos 95,000 millones de dólares al presente) también se han esfumado sin hacer mella al 34 % de pobres, el 1,5 millón de personas sin vivienda alguna, las megavillas que crecen a la vista, las escuelas y hospitales en pleno derrumbe y el colapso de los sistemas de transporte, energía y producción de alimentos para el consumo interno que se decía iban a transformar.

Las prioridades han sido en cambio muy claras: el tranvía de Puerto Madero, el tren bala, la compra de la quebrada Aerolíneas y el reparto de los bienes del Estado entre sindicatos y proveedores del Estado -los mismos nombres y entidades que acompañaron las privatizaciones de la denostada fase menemista-

Pero ni aún con la continua propaganda del cuasi monopolio de medios (a través del chantaje de las pautas publicitarias oficiales, el suministro de papel o la confiscación de licencias) ni la kermesse del "Bicentenario" o el inminente "Plan Navidad" con sus panes dulces y limosnas preelectorales cambiarán la realidad de un país que se sigue transformado en una combinación explosiva de Miami rodeado de Haití.

Siguiendo sus habituales prioridades, gobierno y circunstanciales "opositores" -que predican un "kirchnerismo sin Kirchner"- siguen preocupados solamente por mejorar su botín en las elecciones de 2011.

Mientras los conductores del Titanic argentino discuten el ordenamiento de las sillas y las notas de la orquesta, el rumbo hacia el iceberg de la realidad se hace cada vez más evidente.

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Referencias

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1 comment:

Horacio Quiroga said...

Asi es, Alberdi: en Argentina no sólo no existe la ley ni la democracia, sino tampoco oposición.
Son distintos bandos mafiosos que se disputan el poder.