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Sunday, June 26, 2011

Venezuela sin Chavez: implosión anticipada del eje bolivariano?

La noticia de un posible y avanzado cáncer de Hugo Chávez ha salido a la luz tras varios meses de ocultamiento, siguiendo el modelo de la de Fidel Castro -internación en Cuba incluída- que la ha ido fortaleciendo con cada desmentida -que explica la internación de 15 días de un hombre de apenas 53 años como una convalecencia normal por un "absceso inguinal"- y la demora en reaparecer ante los medios -en los que pasaba más tiempo que en su despacho-.

Dada la experiencia con Castro - siguiendo la tradicion de ocultar las enfermedades de los jerarcas sovieticos y chinos desde Stalin y Mao a Tchernenko y Andropov , que estaban "convalecientes" hasta sus funerales-, medios y analistas han comenzado a preguntarse que ocurriria si Chavez sale de escena anticipadamente.


Con una forzada salida de Chavez, el sistema bolivariano y el "eje del mal" proclamado en isla Margarita y el sello chavista UNASUR pierden dos ruedas clave de financiamiento petrolero de las tres que tenía: Libia y Venezuela. Sólo queda Irán, envuelto a su vez en su propia crisis económica y luchas de poder entre ayatollahs, las corporaciones militares y Ahmedinajad.

Como en el caso de Castro, Chávez se ha preocupado por expulsar y convertir en opositor a todo candidato posible a sucederlo en su monopolio de poder, creando las condiciones para una acelerada y caótica salida una vez que se confirme su incapacidad para retener el poder que ejercía en forma continua sentado frente a las cámaras de televisión de "Aló Presidente".

Castro y Chavez -derrocados por sus enfermedades- dejan tras 52 y 12 años de poder absoluto un vacío de alternativas conocidas para sus sufridos pueblos, azotados por recesión, racionamiento, cortes de luz, y desempleo creciente.





Cuba ya ha iniciado el "ajuste bolivariano" anunciando el despido de 1,500,000 empleados públicos y una "salida a la China" que trata de reemplazar al unicato castrista por una dictadura de "comunismo de mercado".


Raul Castro ya ha reconocido dramáticamente que el sistema de subsidios no funciona, y que Cuba debe "cambiar o colapsar", denunciando que los subsidios estimulan a "no trabajar"


Increpando a los miembros del partido único porqué -tras 20 años de pedidos de cambios del mismísimo Fidel- no se han producido cambios en la realidad.


A diferencia de Cuba, Venezuela no tiene una organización burocrática consolidada por medio siglo de purgas, propaganda y poder absoluto, sino un caótico coro de sicofantes del histriónico y delirante Chávez, elegidos por su incapacidad -garantía adicional de lealtad- mientras Chavez anunciaba la agonía del capitalismo yanqui ocultando la suya.

El castrismo, sin embargo, será más fácil de eliminar y superar que el chavismo, porque los 53 años de "cura por aversión" han enseñado a la mayoría de los cubanos que quedan en la isla, librados al desempleo y el subempleo prostituido en escala superior a la del denostado Batista a desear con singular intensidad un sano y rápido retorno al capitalismo con el que florece el 35 % de la población cubana radicado en Estados Unidos.

En Venezuela, el caos creado por el estilo de Chavez -una cruza de Mussolini con Aureliano Buendía- ha instalado premisas populistas en una población acostumbrada desde mucho antes de Chavez a vivir con gasolina de 2 centavos de dólar y trabajar en empleos públicos 3 días a la semana.

Pero en ambos casos, el cambio está en su tercera etapa, de acuerdo con Obama: "primero parece imposible, luego parece improbable y por último, es inevitable"

En la América Latina bolivariana -Nicaragua, Cuba, Ecuador, Dominicana, Argentina- el efecto de la salida de Chavez será dramático y positivo, abriendo las puertas a los reclamos multitudinarios de democracia liberal formulados por los alzamientos rebeldes de jóvenes votantes suprimidos y perseguidos por los regímenes financiados desde Caracas.

Los regimenes de Cuba, Nicaragua, Dominicana y Ecuador -asi como ETA y las FARC- serian los primeros en sufrir el impacto directo de la retirada de su principal financista y respaldo, enfrentados con una creciente ola de protestas e impopularidad.

En el caso de Argentina, aun beneficiada por el "viento de cola" de los precios de las commodities y su rol de "furgón de cola" proveyendo autorpartes a la locomotora brasilera, la multiplicacion del gasto clientelista en un año electoral y la ausencia de una oposición con ideas diferentes, el efecto del derrumbe del regimen de Caracas comenzaría a gravitar más tarde, probablemente en 2012, cuando el agotamiento de las fuentes de financiacion interna del gasto clientelista y la inflacion del 25-30 % anual hagan el "ajuste inflacionario" menos tolerable.

Soplan vientos de fronda, esta vez en dirección a cambios positivos, pero sin una oposición preparada o con alternativas diferentes para aprovecharlos.


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Referencias
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