La recesión castigó primero al empleo clientelista, generando un 45 % de desempleo entre los menores de 30 años-
Y llevando nuevamente el paro a los niveles reales, de los que había salido por medio del empleo subsidiado y los contratos basura.
En otro ejemplo de cómo las lecciones no aprendidas se repiten, el péndulo oscila nuevamente hacia el partido de Aznar, al que viran los deseperados españoles para salir del "ajuste progresista", como asustadas sardinas saltando del aceite para caer en el fuego.
El pseudo-capitalismo de Aznar y el pseudo-socialismo de Zapatero (quien agravó la crisis al usar el crédito barato para ganar elecciones locales) son dos caras de un mismo modelo -el modelo español de "capitalismo feudal"-, en el que la economía está en manos de oligopolios controlados por el gobierno de turno con "votos de oro" y directores designados por el partido en el poder.
Los términos "izquierda" y "derecha" están perdiendo rápidamente su efecto para confundir a los atribulados españoles, que ven comenzar una nueva vuelta de tiovivo sucesorio en el que -como en todo carrousel- se cambia la dirección de giro sin cambiar el recorrido.
La España del "efecto muñeira" es un espejo que adelanta el futuro de las burbujas subsidiadas en la América Latina bolivariana.
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