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Friday, June 24, 2011

Euro Titanic: peleando para subirse a los botes salvavidas del "estado benefactor"


Como veniamos explicando en una serie de artículos en este Blog, la suerte del Euro se parece ominosamente a la de la Convertibilidad argentina de los noventas y al regimen kirchnerista que lo sucedio tras el default que mantiene un nivel de consumo subsidiado con jubilaciones y caridad corporativa para sus amigopolios: la combinación de una moneda fuerte con economías clientelistas en las que el crédito barato, las "prejubilaciones" y jubilaciones a los 50 años y los seguros para mantener un eterno desempleo en dobles dígitos ha resultado explosiva, y dirige a los atribulados países del Mediterráneo al default en efecto "dominó".



Los rescates sucesivos sólo aumentan la huída de los Bonos de deuda y la hacen crecer incrementalmente, al revelar las negociaciones la complicidad de los gobiernos en crear las situaciones de quiebra y su debilidad ante los electores a los que indujeron a vivir por encima de sus medios.



Se genera así la paradoja de que los gobiernos europeos -que nunca pasaron de la unión monetaria a la fiscal y sus disciplinas ni se molestaron pese a las constantes advertencias en achicar sus estados benefactores- se debaten entre dos disyuntivas tan dramáticas como indiferentes fueron a su anuncio: seguir ajustando para mantener la ilusión de una paridad económica insostenible -el ajuste de "derechas"- o hacerlo aún más violentamente echando del Euro a las económías enfermas y dejando que éstas devuelvan pesetas o liras por los Euros de jubilaciones, ahorros y sueldos -el ajuste ¨progresista" que practicó en 2002 la Argentina-



Los millones de "beneficiarios" de seudo empleos, créditos y casas regalados, vacaciones pagas y subsidios para seguir en el paro asistiendo a seudo-universidades y pagados por seudo-bancos pasan de la indiferencia de sentirse falsamente prósperos por arte de la "magia del Euro" y las políticas "progresistas" a la indignación de verse convertidos en mendigos de estados quebrados.

Los súbitos mendigos de la Europa mediterránea piden lo único que han conocido en la década de esplendor eurista: más Euros y subsidios del Estado.

Al Norte, la misma furia se dirige contra los préstamos al Sur, por parte de los alemanes que ya vivieron el rescate de los primos del Este y los franceses que hacen paros de izquierda todos los días y votaran a Le Pen junior en las proximas elecciones, a la derecha de Zarkozy como votaron a Pompidou en 1969 tras el "mayo frances" (repudiado masivamente por los sindicatos y los obreros)

Esto deja en evidencia la incompatibilidad esencial de los países del Euro y la parálisis que invade a todos los gobiernos.

Las salidas posibles son dos, pues, la de "derecha" -ajuste y préstamos de dinero bueno sobre malo- o la "progresista" -de devaluar volviendo a monedas sin respaldo y de esa manera, pasar todos los ahorros individuales al Estado quebrado para salvar a los amigopolios-

Los "indignados" del Sur piden -paradójicamente- la medicina más dolorosa -para ellos-, el default a la argentina, del que saldrán llevando la pobreza del 7 % al 40 o 50 % de la población y triplicando el endémico desempleo.

Los gobiernos populistas del sur -de izquierda o derecha- no tardarán en acusar al "FMI" y los "bancos buitres" del Norte que les ha venido prestando ya 200,000 millones de Euros y que -a cambio- se tendrá que conformar con que le devuelvan -con un corte de manga- pesetas y liras.

Los del Norte más desarrollado, no tardarán en levantar barreras para frenar las inevitables migraciones y acusar a los "PIGS" de haber comprado las promesas absurdas de una tarjeta de crédito sin límite con forma de "moneda fuerte".

La realidad es que el Titanic europeo -como el primero hace casi 100 años- ha tenido empeño en apresurar el lanzamiento de un experimento no testeado sin llevar suficientes botes salvavidas en caso de fracaso.

Como el Titanic de 1912, el Euro fue botado al agua llenándolo con 25 países de economías diferentes, que confiaban en la "insumergibilidad" de la economía alemana y francesa y desdeñaron tanto los mecanismos de control del crédito barato y el inevitable derroche como los fondos para cubrir el riesgo.

Los únicos sabios que se quedaron sin subir fueron . los cautelosos y austeros británicos que iniciaron el control de su gasto clientelista en los ochentas, eludiendo atarse al carro del Euro.

España, Bélgica e Italia son firmes candidatas a seguir los pasos de Grecia, Portugal e Irlanda, con gobiernos que caen con  votos de no confianza y oposiciones que no solo no saben que hacer sino que han participado en la generacion de economias con pies de barro y tren de vida dispendioso.

Los gobiernos "bolivarianos" de América Latina siguen entre tanto, regocijándose con la "caída del capitalismo" sin advertir que están peligrosamente apoyados en ellos como compradores de sus commodities, sus bonos de deuda pública y sus empresas monopólicas.

Para cuando se den cuenta -como es habitual- será tarde.

Y -como los europeos- tendrán que elegir entre volver a pedir a los detestados imperialistas yanquis o descubrir los rigores extorsivos de los capitalistas chinos.

Lo peor sera, sin embargo, no la crisis sino el no haber aprendido de sus causas.

Los zorros locales no son los mas indicados para cuidar el gallinero.
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Referencias
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1 comment:

Horacio Quiroga said...

Nada mejor que una huelga general para combatir el paro, y una megadevaluacion para aumentar los ingresos. La incoherencia entre los deseos de los indignados y los medios que les venden para hacerlos realidad apabulla.
Es evidente que en la pelea por los botes salvavidas, los que estan con el agua al cuello suelen ponerselos de sombrero.
Como en el Mayo frances de 1968, cuando los electores vayan a las urnas tras meses de huelgas y proclamas revolucionarias, votaran en masa por la derecha.
La Historia se repite, pero en este caso como tragedia.