El presidente Santos ha tomado un camino peligroso: negociar con las FARC en Habana condicionando el desarme del terrorismo a un "acuerdo" para combatir el narcotrafico.
Santos alega que por esta via puede lograr que las FARC -a las que contribuyo a derrotar militar y politicamente como ministro del gobierno de Alvaro Uribe- pasen de administrar el narcotrafico a combatirlo, a cambio de aministias y subsidios.
El argumento recuerda poderosamente a los del kirchnerismo y el chavismo en tanto propone un pacto con los terroristas que pasa esencialmente por la aministia. Esto no es nuevo: tres presidentes antes de Uribe trataron la misma estrategia, con resultados catastroficos: las FARC no solo no abandonaron los asesinatos y secuestros, sino que los redoblaron, estableciendo territorios controlados como narcoestados.
El ultimo de los presidentes negociadores, Andres Pastrana, termino entregando a las FARC el control de un territorio equivalente al de Suiza, generando un recrudecimiento tal de la violencia que su sucesor, Uribe, tuvo que tomar juramento bajo bombardeos de la casa de gobierno que mataron a decenas de personas.
El ex presidente Uribe denuncio con su habitual claridad los peligros de este enfoque
Negociar con las FARC en estas condiciones -y con "garantes" como la Cuba de los hermanos Castro- es establecer un pacto faustico con la improbada esperanza de que los lobos prefieran trabajar de perros pastores a cambio de comida y cucha en lugar de servirse las ovejas que se les dejan en custodia.
Es la misma logica con la que el chavismo y el kirchernismo crean milicias para "proteger la democracia" y las dejan administrar bienes publicos con beneficios privados y sin rendicion de cuentas.
Las FARC no han perdido tiempo en rearmarse y provocar nuevos atentados
Confrontado con la impopularidad de estas medidas, Santos propone una ley para aprobar el acuerdo mediante un "referendo" popular.
Esta es otra llamativa violacion de la logica de una democracia republicana, reemplazando las autoridades elegidas con "democracia directa" en la que se presentan una falsa opcion entre "paz" y "guerra" que recuerda los referendos de Hitler y Stalin antes de anexarse paises vecinos. Quien votaria por la "guerra"? Quien garantiza la "paz"?
Los votantes de las zonas rurales expuestas por decadas a la violencia de las FARC deberan optar entre el "si" o enfrentarse con la amenaza directa de secuestros y asesinatos.
Antes de que las negociaciones avanzaran mas, las FARC volvieron a plantear "exigencias", obligando a Santos a congelar las "negociaciones".
Colombia esta retomando un mal camino, cuyo destino ya conoce.
El mensaje de estas "negociaciones" a los miles de colombianos que han sido victimas del terrorismo salvaje de las FARC es particularmente perturbador: lo que se esta negociando es en realidad una aministia tan aberrante como las que dictaron los gobiernos militares dos decadas atras para eludir su responsabilidad penal.
Una vez mas, el ex presidente Uribe deja en claro (llamando a los bandidos por su nombre) lo que es la posicion de la mayoria de los colombianos (65 % de piso de oposicion a las negociaciones en todas las encuestas) al respecto.
Un 70 % de los colombianos esta de acuerdo con que haya negociaciones para desarmar a las FARC, pero al mismo tiempo un 80 % rechaza que haya ningun tipo de amnistia.
La imagen de Santos ha sufrido un desplome al 24 % de aprobacion con 68 % de imagen negativa.
Un reciente articulo en un diario colombiano resume la causa en forma contundente:
A Andrés Pastrana lo eligieron en 1998 para hacer la paz y su mandato era ese. A Álvaro Uribe lo eligieron en 2002 para hacer la guerra y eso hizo. Pero a Santos lo eligieron para hacer la guerra y está haciendo la paz.________________________________________
Referencias
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