No sin cierta hesitacion -fruto de conocer los niveles de violencia en los que suele caer la clase media de Argentina- vi "Relatos Salvajes", la candidata de ese pais al Oscar, dirigida por el talentoso Damian Szifron.
Pero no fue la notable calidad de los cuentos que conforman los episodios del filme lo que me conmociono: fue la evidente y abrumadora exhibicion de violencia gratuita y el regodeo en ella, que no son fallas del filme sino de la Argentina kirchnerista que exhibe en diferentes formas.
El personaje de Ricardo Darin -un ingeniero especialista en demoliciones que se "venga" de unas multas injustas dinamitando su auto en la playa de las gruas municipales- ejemplifica la brutal vulgaridad de la violencia de la clase media argentina: 460 pesos cobrados en exceso se convierten en motivo para el acto "heroico" de "bombita" que es festejado en la pantalla y fuera de ella.
Los demas relatos hacen desfilar ejemplos de la ausencia de la mas elemental regla de ley, el desprecio por los demas y la obsesiva importancia del bienestar economico por sobre otras formas mas perdurables: familia, matrimonio, la misma vida humana.
El filme exhibe un abanico de diferentes formas de violencia gratuita: un frustrado compositor que estrella un avion cargado de pasajeros -los que lo han "humillado"- sobre unos inocentes viejitos, un par de automovilistas -uno prospero en BMW y otro menos en un viejo Peugeot 504- que se matan a golpes y explotan con sus autos por otra "humillacion".
El"rico" le dice "negro de mierda" -supremo insulto en una sociedad racista- al otro que le cierra el paso en la ruta -lo que es suficiente razon para el "ofendido" (que no habla sino responde atropellando con su auto y astillando el parabrisas con un "fierro") para desatar una escalada de duelo de violencia autodestructiva.
Los dos cadaveres enzarzados en el auto al pie del puente presentan como metafora una elocuente admision de las razones de ambos lados de "los dos demonios" engendrados en el seno de los padres e hijos del Colegio Militar.
Una presidiaria que trata de envenenar y finalmente mata a cuchillazos a alguien que no conoce para "vengar" a otra persona que no se lo pide; un "rico" que arregla pagar 2 millones de dolares para salvar a su hijo de la carcel reemplazadolo con su jardinero con la ayuda de fiscales y abogados que demuestran la corrupcion de la justicia; una pareja que en pleno casamiento descubre sus infidelidades y revela que lo que los une son intereses economicos.
La leccion del filme es tan evidente como explicativa de las razones que han convertido a la Argentina desde 1930 de una nacion liberal y exitosa -productora de Gardel, Borges y Cortazar- en una republiqueta nacionalista, clasista y consumista en continua y peligrosa decadencia que "suicida" a sus fiscales y actua como complice del terrorismo internacional contra sus propios ciudadanos -especialmente si son judios-
El "salvajismo" de los relatos muestra precisamente lo que hace que la Argentina -que en 1930 duplicaba el PBI por habitante de su "madre patria", superaba a Francia y alcanzaba a Estados Unidos- se haya convertido en lo que el filme de Szifron muestra.
Lo peor no esta en la pantalla, sino en las butacas desde las que no faltan expectadores que festejen actos de violencia como venganza por supuestas "humillaciones" economicas.
En un pais donde el discurso oficial es "progresista" y los "progresistas" van de vacaciones a la playa con sus mucamas, el camino es claro: Argentina se parece mas a Grecia que lo que pensamos.
En Grecia, se unen los izquierdistas de Syriza con los neonazis de Golden Dawn para "repudiar" las deudas contraidas durante decadas de gasto incontrolado en Euros para echar la culpa a los alemanes que se los prestaron, y a los inmigrantes y judios con los que no quieren compartir ni la "igualdad" ni la "solidaridad social" que reservan exclusivamente para los pensionados de los gremios estatales.
En Argentina, los fascistas como el inefable Luis D'Elia usan argumentos "de izquierda" para justificar alianzas con Iran y cubrir los actos terroristas impunes de la AMIA y la embajada de Israel a cambio de petroleo barato.
El terrorismo que se propone como "salida" a la clase media no hace sino acentuar la descomposicion social y los males que pretende denunciar y combatir.
Un pais que celebra la ausencia de la regla de ley y la ley de la selva solo consigue acentuar y acelerar su descadencia.
Y asi le va.
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Referencias
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