Un análisis del crecimiento del Producto Bruto per cápita y el precio del petróleo venezolano muestra que el régimen bolivariano ha dejado pasar sin pena ni gloria los mejores años del auge del petróleo.
Si analizamos el período de Chavez en el poder (2002 al presente), se puede ver que entre 2004 y 2008 -por primera vez en su historia- el PBI por habitante de Venezuela (en azul) bajó a pesar de aumentar estratosféricamente el precio del petróleo venezolano (en rojo).
Un análisis más detallado de esta realidad del Banco Mundial (Donde esta la riqueza de las naciones?) muestra que la Venezuela bolivariana ha destruído riqueza natural no renovable sin aumentar proporcionalmente el nivel de riqueza de sus habitantes.
Dónde está la riqueza petrolera de estos 4 años de esplendor y precios récord? Desperdigada en las aventuras de shopping político y militar del chavismo -y por supuesto, en el espléndido nivel de vida de su "boliburguesía"-
Venezuela produce menos petróleo hoy que antes de Chavez -una consecuencia de la "estatización" politizada de PVSA, que despidió a sus técnicos calificados y actúa como "caja" para las constantes aventuras electorales requeridas para reescribir y plebiscitar Constituciones con reelección indefinida, que de hecho transforman las "repúblicas bolivarianas" en monarquías de un vasto imperio sostenido precariamente en el precio del petróleo.
Más malas noticias para el Comandante Chávez -y para los gobiernos que viven de sus préstamos y valijas diplomáticas en Nicaragua, Cuba, Ecuador, Bolivia y Argentina: el 2009 mostrará una caída del PBI por venezolano del 5,3% (la más alta de América Latina).
Para cerrar sus cuentas, Venezuela necesita -y presupuesta- un barril de 80 dólares, mientras que su crudo -sólo procesable en Estados Unidos-, vale en el mercado apenas 35 dólares contra los 60 del de Medio Oriente.
Un nuevo ejemplo de economía bolivariana.
Los paralelos entre la Venezuela de Chavez y su modelo -la Unión Soviética de la Guerra Fría- son reveladores: ambos reposan en la abundancia de petróleo -en el caso de la URSS el de las "repúblicas socialistas" anexadas por los tanques de Stalin en 1945 como botín de guerra- y controlan un cordón de países satélites subsidiando con petróleo o petrodólares reelecciones indefinidas de gobiernos títeres.
El problema con los paralelos para Chavez es recordar lo que ocurrió con el imperio soviético en 1989 cuando el precio del petróleo cayó debajo de los 20 dólares de la época. Las memorias de Gorbachov son elocuentes.
Como un avión de cemento (así llamaban los rusos a su gobierno) , el socialismo bolivariano es incapaz de volar, inestable por definición (de allí los controles de precios y los Morenos) y extremadamente rápido para colapsar sobre sus habitantes.
Mientras como su otro modelo, Mussolini, Chavez "huye hacia el futuro" armando sus planes imperiales con los Zelayas y los Kirchner, y compra a la vieja "madre patria" Sujoys y submarinos, los venezolanos importan leche y bananas.
"La historia se repite, pero como su comedia."
Karl Marx, 1848
El 18 Brumario de Luis Bonaparte
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Referencias
- Rodriguez, F. (2008) An empty revolution. Foreign Affairs
- Discepolin (2008) Venezuela: de Macondo a Mussolini
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1 comment:
Demoledor y preciso, Alberdi. Con los datos que muestran que el "socialismo bolivariano" (como el fascismo chavista gusta llamarse) no sólo no contribuye a desarrollar la riqueza venezolana, sino que desde 2002 al presente la ha dilapidado sistemáticamente.
Se abre una interesante discusion si consideramos el alegato de reducción de la pobreza -algo que también esgrimen los Kirchner- y es que la "reducción" se produce sólo en apariencia si no se crean fuentes sostenibles de trabajo productivo en lugar de empleo público que no contribuye a incrementar la renta petrolera sino que la reduce.
Argentina hace lo mismo con las retenciones agropecuarias: las usa para subsidiar desempleados estructurales (los que no tienen ni capacitación ni empleos a los que aspirar) en el modelo "Planes Jefes de Hogar" y para incrementar la planta de ñoquis de las administraciones nacional y provincial al ritmo (ya denunciado en nuestro Blog y por La Nación) de 18 nombramientos por día.
Este "modelo" de descarado clientelismo tiene en las maratones oratorio-televisivas dee Chávez su más espectacular demostración: audiencias hambrientas cautivas del emperador-locutor. Puro Mussolini.
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