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Wednesday, July 1, 2009

Los enemigos del pueblo

"La mayoría se equivoca siempre!
La mayoría crucificó a Cristo y condenó a Galileo.
Créanme: le lleva 50 años a la mayoría
el reconocer la verdad"
.
Doctor Thomas Stockman
Un Enemigo del Pueblo
Henrik Ibsen
1882

Hoy los argentinos -tras votar desprotegidos en todo el país- se enteran atónitos que la Ministra de Salud Pública fue despedida por pedir suspender el comicio hasta que el peligro de contagio se reduzca



La Ministra, trata a la verdad como al Enemigo del Pueblo de Ibsen, la oculta, se toma semanas para informar a las víctimas y decide por la mayoría que -como sabiamente comentara Ibsen 100 años antes- está siempre equivocada y 50 años tarde para conocer la verdad.

Solución del problema? echar a la ministra para que no frene las elecciones.

Deben haber leído a Ibsen.



Mientras los virus H1N1 se ceban en la gente, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires -el mismo que acaba de renunciar a la banca de diputado por la que se postuló confesando otro engaño a sus votantes- ha estado ocultando las muertes en la provincia para que los pobres diablos de sus gobernados vayan tosiendo a votarlo.

Hoy ya tosen en los hospitales amontonados, desbordados por una enfermedad prevenible y por la carencia de fondos que fueron destinados a elegir al señor Scioli para el puesto que hoy desdeña.

La historia se repite: en 1956 muchos niños argentinos fueron a Mar del Plata sin vacunas, a encontrar la epidemia de polio de la que los salvaría la importación tardía de vacunas Salk de los Estados Unidos por otro gobierno con la misma sensibilidad social que el actual.

La Peste sigue a los canallas porque sabe que dejan miseria suficiente a su paso para un banquete.

Cristina Kirchner considera más urgente repetir un papelón en la OEA a pedido de su patrocinador, el emperador bolivariano Hugo Chavez, que atender a su propia gente.

Como el caballero Antonius Block the El Septimo Sello, la Argentina sigue jugando su vida contra la invencible Muerte



A casi dos años de haber sido elegida con similares engaños -el que gobierna es su marido-, en el día de su segunda paliza electoral -la primera, colosal, se la dió el campo argentino y su propio vicepresidente- no tuvo ni un segundo para la epidemia que mata en las puertas de su coqueta residencia de Olivos.

Siga en los pasos de María Antonieta y Madame Ceaucescu, pronto las va a encontrar.

Mientras tanto, el gobierno "progresista" deja la iniciativa a los gobernadores, quienes -a su vez- la reclaman de éste sin hacer nada. El país sigue sin Ministro de Salud en medio de la epidemia, pero -eso sí- con cientos de flamantes diputados que asumirán en 6 meses -si es que no son "testimoniales".

Las prioridades están claras.

Quiénes son los enemigos del pueblo, también.

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Referencias

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1 comment:

Discepolin said...

Excelente y doloroso, Calvino, como todo lo que escribe. La tradegia de Ibsen viene como anillo al dedo mugriento de los políticos argentinos -esa sífilis que no podemos sacarnos de encima-
que ponen primero las bancas para sus asentaderas y luego las vacunas y camas en los hospitales.
Dale que va...