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Tuesday, February 1, 2011

Lecturas recomendadas 15: Disintiendo con el mínimo común denominador. Amy Chua



Amy Chua -profesora de Leyes de Yale, autora de varios libros polémicos que cuestionan la pereza intelectual del credo pseudoprogresista de la "pedagogía moderna" y el culto de la autocomplacencia que domina las aulas de las escuelas americanas y bolivarianas con resultados igualmente mediocres- ha publicado dos libros dignos de lectura detenida:

En El himno de batalla de la Madre Tigresa (The Battle Hymn of the Tiger Mother), Chuan defiende el modelo de "madre china" que cría a los hijos en la exigencia de logros académicos sin aceptar las coartadas facilistas de la pegagogía "progresista".

Los datos le dan la razón: los estudiantes americanos criados en familias con cultura china ocupan el tope de todas los ranking academicos del siglo 21 en la meca de la exigencia -y excelencia- universitaria: las universidades americanas.

Los estudiantes americanos criados con métodos "occidentales y modernos" siguiendo el credo del Dr. Spock están cayendo a la mitad de la tabla internacional, superados por sus pares del sudeste asiático, China y Singapur

El promedio de la OECD es de 498 puntos en Matemáticas, mientras que los estudiantes chinos en la China continental obtienen 524, los de Hong Kong 547, los de Taipei 549, los de Korea 547, los de Japón 523, los Estados Unidos tienen 472 y los estudiantes de Argentina -alguna vez líder regional- apenas 372 contra 427 de Uruguay, 411 de Chile, 406 de México o 480 de España
Exactamente como los de origen judío al inicio del siglo anterior.

La razón? -se pregunta Chuan- Simples reglas de crianza de los hijos:

  1. Menos de 10 es inaceptable
  2. Hay que estudiar al menos medio dia todos los días
  3. Nada de pasar la noche en la casa de amigos
  4. Cero TV
  5. Cero juegos electrónicos
  6. Estudiar un instrumento clásico hasta dominarlo a nivel de concierto
  7. Honrar y respetar a los padres con diplomas
  8. La culpa es nuestra, el mérito, de quienes nos criaron, alimentaron y soportan -psicológica y económicamente- mientras aprendemos a controlar nuestros esfínteres físicos y económicos
Chuan crió dos concertistas de violín y piano haciendo con ellas lo que sería definido como tortura o abuso por la pedagogía progresista que domina nuestro decadente entorno intelectual.
No le faltó consistencia para denunciar las incoherencias de otros modelos -como el de trasplantar la economía de mercado a México y otras sociedades dominadas por la informalidad latina (una mezcla de trabajo a ritmo tropical -en el que "ellos hacen que nos pagan y nosotros que trabajamos"- con ausencia de regla de ley y "capitalismo de cuates")-

Aqui hay un poco más sobre eso, para los que disfruten del nivel y rigor de la entrevistada:


El rigor racional de Chua evoca a Sarmiento, Octavio Paz, Alfonso Reyes y otros que plantaron libros y argumentos en lugar de bananos y cumbias.
Para los que la quieran leer en su adoptivo inglés, aquí van las referencias
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Referencias

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2 comments:

George Orwell said...

Amy Chua es certera, brillante, e inaceptable para el credo "progre" al Norte y al Sur del Rio Grande. Hacía falta una tigresa china para decir las cosas como son. Gran artículo.

Octavio Paz said...

Chua es un buen ejemplo de lo que propone. El concepto de "madre tigresa" se puede aplicar a cualquier etnicidad. La "etica protestante" de Weber bien podria llamarse "etica inmigrante", ya que es caracteristica de quienes deben luchar contra un nuevo medio -donde los "locales" llevan toda clase de ventajas (pensemos simplemente en el lenguaje, las costumbres locales y las leyes proteccionistas que inclinan la cancha a su favor)- y no solo sobrevivir sino prosperar y hacer prosperar a su progenie en el.
Una alternativa para recrear este espiritu entre los aburguesados locales seria deportarlos a otros paises cada dos generaciones. Asi la sangre sigue circulando por las neuronas y las hormonas.