Para quienes tengan los suficientes años o lectura como para recordar el comienzo del fin del Bloque Sovietico -que los "camaradas de ruta" de los PC vasallos llamaban con los eufemismos "Europa Oriental" o "Repúblicas Democrática de (nombre de país ocupado)", los eventos en Argelia, Egipto, Libia y Bahrein (por ahora) muestran un extraordinario parecido. La "Primavera de Praga" de 1968 -como la anterior de Hungría de 1956- fue una rebelión popular pidiendo democracia, con un liderazgo aún disperso que demostró al mundo que la Cortina de Hierro tenía insalvables rajaduras.
Como ahora la Liga Árabe -al igual que el COMECON, un seleccionado de dictaduras más o menos despóticas que llevan ya -como las de Europa Oriental 30 años en el poder, la represión ha ido en crescendo y ya los tanques de los dictadores más sanguinarios y añejos -los Saudíes apadrinados por Estados Unidos hasta Bush y el Gaddafi apoyado por los mismos y por Europa- han lanzado los tanques a las calles, mientras los menos poderosos y añejos (relativamente) en el poder -como Ben Ali y Mubarak- han preferido proteger sus ahorros en el exterior y hacer una salida rápida y pacífica por el foro.
La construcción de democracias en Medio Oriente parece tan improbable hoy como lo parecía en 1969 con Alexander Dubceq (y no se ven Dubceqs o Walesas aún en el horizonte, aunque Facebook y Twitter parecen tan rápidos como los astilleros de Gdansk para incubar rebeliones) y tan inevitable como se reveló 20 años más tarde con la caída del muro de Berlín.
No creemos que haya que esperar 20 años más para que las autocracias de Gaddafi, los Saúd y los ayatolas iraníes se derrumben, pero con una comunidad "multipolar" en la que un Estados Unidos acobardado por sus errores pasados evita combatir solo mientras la UE -como los pobladores de "La hora señalada" que dejaban solo al sheriff a la hora de pelear- hace declaraciones pidiéndole a los americanos un poco de sano imperialismo pero no queriendo poner soldados, dejar el cambio en manos de la siempre dividida Liga Árabe -que al menos pidió esta vez (como en Kuwait) la zona de exclusión aérea- es lo mismo que dejar el gallinero custodiado por un grupo de zorros peleados entre sí.
Pero la decrepitud e inviabilidad de las gerontocracias autoritarias y oscurantistas es tan evidente como la de los PCs de Europa y América Latina en Mayo del 68.
Los jóvenes palestinos ya comienzan a rebelarse contra PLO y Hamas, al son de "ni dictadura ni religión", y -como los de la Europa escondida y oprimida tras la Cortina de Hierro- son más jóvenes, educados y dinámicos que sus líderes clavados en el ámbar de los dinosaurios ideológicos de los setentas y ochentas.
La historia se repite, esperemos que los ciclos se acorten.
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1 comment:
Las dictaduras "nacionales y populares" de los setentas se están apagando a la vez, como bombitas quemadas compradas en el mismo año y bazar.
La "juventud maravillosa" de los setentas, que se enamoró de los uniformes "de izquierda" ya tiene edad jubilatoria como sus antiguos héroes , a quienes -salvo una minoría incurable de fascismo o bolchevismo- ha aprendido a aborrecer por la vía de la experiencia -ese peine que nos regalan con la calvicie-
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