Un reciente informe de The Economist coloca a Argentina al tope de una tabla de economías recalentadas, con riesgo de explosión. De los 10 punteros, Argentina es el único que tiene el 100 % de los 6 indicadores que señalan riesgo de crisis económica: inflación récord, crecimiento económico que empuja precios, moneda sobrevaluada, crédito barato y burbujas de consumo.
Mientras la economía "crece" -para los sectores que siguen edificando a crédito en Puerto Madero y los barrios residenciales-, los salarios se van hundiendo por debajo de la línea de pobreza al subir al 25 - 30 % anual los precios
Generando un porcentaje de pobres que oscila entre un 30 % admitido por el INDEC (usando la canasta oficial y comparandola con la distribución de ingresos -también calculada por INDEC- que figura antes), un 44 % calculando la canasta de FIEL y... un 80 % considerando el salario piso de 4,000 pesos que reclama la CGT de Moyano para cubrir la canasta familiar:
Mientras tanto, el grueso del gasto público se asigna a subsidiar empresas de energía y combustibles -con la consiguiente caída de la producción, apagones y cortes de servicio por desinversión- y a mantener un creciente lote de desocupados crónicos colgados de subsidios múltiples -desempleo, Jefes, asignación por hijo- Mientras los dólares de las retenciones se aplican a distribuir pantallas de plasma para ver el fútbol también subsidiado, la burbuja sigue creciendo a ritmo implacable.
Brasil ya está preparando correcciones, Argentina no hará nada hasta que Cristina Kirchner haya sido reelegida.
Tal vez entonces, una vez más, será tarde.
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