A pesar de los miles de horas de Alo Presidente, los millones en subsidios lanzados antes de la elección y las docenas de encuestas triunfalistas que le dan 18 o 20 puntos de ventaja, Hugo Chavez no esta tranquilo, porque sabe que los números reales son mucho mas ajustados.
Basta con recordar que en las elecciones parlamentarias de 2010, la oposición obtuvo mas del 50 % de los votos que no se tradujeron en bancas por el sistema de distribución inventado por el gobierno al -también entonces- anticipar que no seria mayoría.
Un segundo, mas reciente y poderoso indicador llego con las elecciones primarias de la oposición unida: Capriles obtuvo mas de 3 millones de votos -un piso equivalente al 70 % de los 5.300.000 votos que obtuvo la oposición en 2010 y que serian los requeridos para ganar la elección:
Ahora como entonces, ganar las elecciones no garantizara reemplazar a Chavez, que ha sembrado de obstáculos cualquier posibilidad de la oposición: controla el conteo de votos, los tribunales electorales, los medios de comunicaciones y los tres poderes del Estado.
Pero aun una repetición de los resultados de 2010 podría ser claramente una victoria pirrica, alentando a la oposición y dejando al desnudo el deterioro de un régimen que tiene ya mas opositores que votantes.
A diferencia de Argentina, la oposicion en Venezuela tiene un candidato único y competente, que hizo su carrera de alcalde a gobernador por mas del 60 % de los votos aun bajo las condiciones del régimen chavista.
Chavez tiene abundantes motivos para estar preocupado. Y también los gobiernos satélites que dependen de los petrodolares venezolanos. Consultores 21 -que daba a Capriles 4 puntos de ventaja el 30 de julio pasado- lo explica en mas detalle: (tengan paciencia con la curiosa propaganda de antiacidos que parece preparada para ayudar a Chavez a digerir los datos que aporta el encuestador)
Consultores 21 por Globovision
Postdata 2015
Contrariando aparentemente todos estos pronosticos, Chavez gano las elecciones y murio sin haber asumido efectivamente. Su sucesor, Nicolas Maduro, tambien "gano" elecciones por un "margen" aun menor tras su muerte, enviando a Venezuela en una espiral hacia el colapso que a la altura de esta postdata suena como los gritos grabados de los pasajeros del avion aleman que un co-piloto suicida estrello en los Alpes. El piloto, en este caso, es el inefable Maduro, a quien el "piloto automatico" de su "pajarito" no le funciona tampoco.
Pero el periodista Andres Oppenheimer revela en una nota reciente publicada por La Nacion que no estabamos tan equivocados, y que probablemente ambos "triunfos" fueron resultado de un escandaloso fraude en el que hay mas votantes registrados que habitantes en 24 estados venezolanos.
Esto parece ser una tendencia definida, similar a la que usa el Kirchnerato en Argentina para ganar por el 54 % de los votos con el 70 % de la poblacion en contra. En este caso, explicamos que la cuenta no era de fraude, sino de directamente convertir al voto en un requisito para obtener subsidios, ocupar propiedades o colgarse de los "planes sociales" y servicios medicos argentinos con un "DNI Express".
Vale la pena considerar los dos "modelos" para explicar porque el populismo autoritario sobrevive a pesar de los desastres economicos que provoca.
Volviendo a la metafora del avion aleman descendiendo en piloto automatico hacia los Alpes, aqui este mecanismo es reemplazado por inflar los padrones por via electronica y dopar a los pasajeros con subsidios para que no vean o no les importe lo que se les viene encima
Como aconsejaba Benito Mussolini, "huyamos hacia adelante"
Aunque ni a el
ni a Chavez les sirvio para mucho
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