Como una muestra más de la desesperada insistencia de la menguada clase media argentina en adorar a quienes la destruyen y lumpenizan, Pino Solanas vuelve a la carga con su media docena de documentales "didácticos" con los que se arrullan para poder dormir una mala conciencia los intoxicados en la nube de pedo del izquierdismo adolescente de los setenta que cubre la Argentina desde el default.
Solo que Pino guarda su lírica para tocar la Flauta de Hamelin y conducir a una nueva generación con los cuentos de los Tíos Chavez y Galeano al abismo como condujera a los miles que perdieron su vida apostando a los absurdos pronósticos triunfalistas de La Hora de los Hornos y a denostar todo lo que entonces -en los remotos sesentas- los argentinos disfrutaban frente al ojo puritano de la cámara del publicitario Solanas:
Con su ayuda, el pérfido Di Tella, los investigadores que "pensaban en inglés", los artistas "despolitizados" (hoy en los principales museos y galerías del "mundo neoliberal") y las inversiones que los financiaban de la "pérfida Fundación Ford" dejaron el país y fueron reemplazados por los memorables años de "crecimiento" "nacional y popular" pavimentado con los cadáveres, el atraso y el hambre del camporismo, el isabelismo, el lopezrreguismo y la tan deseada dictadura militar.
Experto en la "Guerra ideológica" aplicando los mismos métodos que denunciara (y gracias a los que retozara con la recordable Chunchuna en los años locos de su etapa publicitaria) , el Michael Moorer argentino se dedica -como el americano- a inventar un pasado homérico de empresas estatales eficientes, gobiernos populares y heroicos luchadores por la "liberación" dedicados a estaquear a los dragones y monstruos neoliberales y procapitalistas.
Experto en explotar sus rentables autoexilios parisinos y tornar al tango decadente cuando el viento soplaba en contra del "verso" revolucionario, ahora Pino encuentra una nueva veta de financiación para sus cuentos de hadas nacionalistas y ogros liberales.
El pueblo -tan mentado en sus filmes- le sigue dando sistemáticamente la espalda -tanto porque el cine es un pasatiempo de clase media educada como porque los que viven en la miseria no la quieren glorificar sino abandonarla.-
No será difícil que en las elecciones de Buenos Aires -hogar de tanto huérfano de cineclub- a Pino le vaya mejor que en las pantallas del 2008:
En 2008 Pino juntó (con créditos y subsidios que pagan los que no lo quieren ver) ... 50,000 espectadores.
Top 20 nacional
1- Un novio para mi mujer: 1.450.000
2- High School Musical: El Desafío: 500.000
3- El nido vacío: 265.000
4- 100% lucha: 250.000
5- Brigada Explosiva: Misión Pirata: 240.000
6- Los Superagentes: La nueva generación: 230.00
7- Motivos para no enamorarse: 150.0008
8- Leonera: 130.000
9- Lluvia: 55.000
10- La Leyenda: 55.000
11- La próxima estación: 50.000
12- Aniceto: 50.000
13- Cordero de Dios: 45.000
14- Café de los Maestros: 45.000
15- Rancho aparte: 45.000
16- La mujer sin cabeza: 35.000
17- El frasco: 30.000
18- Gigantes de Valdés: 30.000
19- La cámara oscura: 25.000
20- Yo soy sola: 17.000
Fuente: Nielsen EDI Argentina y Ultracine (ex Dis-Service)
Seguido por las huestes del Partido Obrero y atrayente para los reconcentrados bríos socializantes de la clase media que aún cree que los ahorros que confiscó Duhalde con su megadevaluación se los llevó Menem, Pino imagina un futuro de nuevos filmes para su antología fantástica.
Aquí va un buen título para considerar: qué tal "Los Hijos de Chávez?"
Referencias
- Xul Solar (2009) La nube de pedo
- Discepolin (2008) "Dejar a los 17": cómo salir de la pesadilla de los setenta
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