Dime que diario lees y te diré qué piensas: porqué florecen los Blog

El auge de los Blog no es una simple consecuencia de la difusión del Internet. Antes bien, es un indicador revelador de la rebelión de las generaciones jóvenes contra las usinas de dogmas de los 70 y los 90 y sus repetidoras.

Mientras los "baby boomers" de izquierda y derecha leen o repiten cuanto dislate articulado apoye las conclusiones previas de sus respectivas "militancias" ideológicas, sus hijos, sufridos espectadores de las consecuencias de las mismas, cuchichean e intercambian datos de la realidad en el éter de los Blogs.

Las tradicionales cadenas de distribución de opiniones que abastecen a quienes tienen más de 40 años se alinean de acuerdo con "ideologías" tan irreductibles al razonamiento como las preferencias futbolísticas: el peronismo, marxismo, liberalismo, antiperonismo o el radicalismo se transmiten en forma tan freudiana y hereditaria como el amor a la camiseta de Boca, River o Racing, como el gusto o disgusto por el mate, la pizza, el ajo, el tinto o el blanco, el mar o la sierra.

Las fuentes de ese amor son a veces los vínculos con el mundo protector e idealizado de la infancia, otras, los recuerdos de las "lunas de miel" de los primeros años idealistas del Peronismo de Evita, de la Revolución Cubana del Che y Camilo, de las ilusiones Alfonsinistas, Menemistas, Kirchneristas. Ante la evocación, los testimonios del pasado amor son contemplados como las hebras del primer cabello atesoradas en álbumes por las abuelas o los escarpines colgados de los retrovisores que roban lagrimas al más feroz colectivero. Son amuletos que permiten tolerar los abusos, traiciones y cuernos que siguieron y siguen, inevitablemente, como moneda de pago, a todo amor incondicional como es el alineamiento ideológico y político.

Los Blogs, "desalineados" como la generación que los escribe, acogen a los jóvenes que presenciaron con ojos abiertos el castigo a la fe de sus mayores, los cuernos a sus padres y sus madres, que viven en la realidad ocultada por los diarios, cadenas de televisión e índices de precios al consumidor.

También acogen a los desertores ideológicos, a los Martin Fierros de cada generación que se van a vivir con la indiada en las tolderías salvajes que "no quieren a nadie" ni "respetan ciertos valores".

Los abusos y rebeliones visuales, sonoras y de indumentaria de los hijos renegados de discipulos de Nestor o Carlitos, de los que dejan la camiseta ancestral por el tatuaje "zarpado" se trasladan a los Blogs que prefieren la toldería de la autorregulación cuentapropista a las ordenadas oficinas , "sobres" y jubilaciones oficiales de las cadenas de opinión.

Bienvenidos a estos toldos, estimados renegados.