El otro camino es lo que Zakaría llama el populismo autoritario: el gobierno despótico de gobiernos instalados por elecciones que reforman las reglas constitucionales para reelegirse indefinidamente y por esa vía se tranforman en dictaduras civiles -caracterizadas por la "suma del poder público" en las manos de un líder político.
En el reino de las democracias liberales, el poder -indica Zakaria- está muy distribuido entre gobierno, individuos y sociedad civil y controlado y limitado por normas constitucionales, proteccion de los derechos individuales, controles recíprocos de poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial independientes- y términos claros de gobierno sin reelección que favorecen la alternancia pacífica de izquierdas, derechas y centros.
Gran Bretaña abrió el camino a la democracia liberal con el dictado de la Carta Magna de 1215 que limitó los poderes absolutos del Rey y la revolución de 1688 que dio acceso a la clase media al gobierno. Estados Unidos nació de hecho como una democracia liberal en 1776 y el resto de Europa lo hizo tras la derrota del fascismo en 1945 y del comunismo en 1989.
India instaló la mayor democracia liberal del planeta en Asia en 1947 con Gandhi y Sudáfrica reemplazó al apartheid con la democracia liberal de Nelson Mandela y sus sucesores.
Mientras Chile, Brasil y Colombia eligieron sostener sus democracias liberales, pagar su deuda y alentar el comercio y los mecanismos de mercado, los países dominados por el populismo autoritario incautaron los depósitos bancarios de sus ciudadanos -culpando al FMI- y megadevaluaron sus monedas para de hecho, maximizar la explotación de commodities -petróleo, cereales- o turismo y capturar para sus gobernantes la mayor parte de la renta exportadora a través de monopolios -públicos o privados- y retenciones e impuestos expropiatorios.
El populismo autoritario basa su poder en la distribución política de subsidios de los que pasan a depender los ejércitos de pobres y desempleados crónicos creados por las megadevaluaciones y l fuga de capitales hacia las democracias liberales.
Y el círculo vicioso de la pobreza así administrada provoca crisis cada vez mayores por la destrucción de las fuentes de riqueza y capacidades productivas creando la paradoja de tener que proscribir o coartar el consumo -racionamiento de alimentos, cortes de luz, sugerencias de tomar duchas de 3 minutos, etc.- cada vez más para poder sostener una capacidad productiva cada vez menor.
El modelo populista autoritario enfrenta a mediano plazo la rebelión social contra la opresión política y social y las miserables condiciones económicas, evidenciadas en las furiosas y crecientes rebeliones y manifestaciones en las calles de Venezuela, Argentina e Irán
Zakaria nos recuerda que hizo falta dos guerras mundiales y una Guerra Fría para acabar con el populismo autoritario del fascismo y el comunismo en Europa y Rusia.
Para los países bolivarianos -donde la oposición ha sido silenciada o cooptada por la corrupción que caracteriza al sistema de subsidios clientelistas- encontrar una salida pacífica parece cada vez más lejano, ya se trate de los estudiantes enfrentando balas en las calles de Caracas
- Zakaria, F. (2007) The future of freedom: Illiberal democracy at home and abroad
- Zakaria, F. (1997) The rise of illiberal democracy. Foreign Affairs
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1 comment:
Extraordinario trabajo, Reyes, gracias por su erudición y su claridad.
Y también por recuperar el significado de "democracia" y "liberal" de la denigración y confusión en la que quienes no creen ni en lo uno ni en lo otro quieren sumirla para seguir robando y estafando a la próxima generación de tontos.
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