Extendiendo el dicho sobre los limites del socialismo , "el populismo se termina cuando se acaba el dinero de los demás".
Este es el caso dramático de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Perú y ahora sin duda el de Argentina, que ha aumentado un 70% su empleo publico (de 2.5 millones a casi 4 millones) mientras su empleo privado formal ha caído un 30% de magros 6 a 5 millones de contribuyentes.
Agreguemos a esto que hay 19 millones de no contribuyentes que dependen de planes o subsidios, mas de 50% de pobres y mas del 50% de la población trabajando en empleo precario "en negro" en la economía informal de la miseria.
El economista Maximiliano Montenegro lo explica claramente:
Se trata de un sistema inviable camino a una reforma drastica por una de dos vias: (1) un ajuste post-electoral que el gobierno populista de Fernandez-Fernandez debera hacer para poder conseguir financiacion externa con o sin la ayuda del vilipendiado FMI que ha salvado a Argentina de si misma 10 veces en 4 decadas o (2) una implosion economica similar a la del 2001.
La poblacion joven vota con los pies y los que pueden ya buscan salir del pais a ritmo acelerado. Un 80% no cree que su situacion vaya a mejorar y en esto no suelen equivocarse.
El culto del Estado, como el de la Revolucion, termina comiendose a sus feligreses.