"Todos los animales son iguales,
pero algunos son más iguales que otros"
George Orwell
Rebelión en la Granja,
1945
"Ellos fingen que nos pagan
y nosotros, fingimos que trabajamos"
Dicho popular en la Unión Soviética
El fascismo y el marxismo coinciden -como ideologías manipuladoras (valga la redundancia)- en poner la "igualdad" por delante del progreso real para servir a su agenda política y justificar sus catastróficos resultados.
Cuanto más "parejo" y "uniforme" es el ingreso -argumentan-, más "justa" es la sociedad y mejor viven sus integrantes.
Esta -como muchas otras- es una peligrosa falacia, diseñada para "igualar hacia abajo" mediante la "distribución igualitaria" de la pobreza, antes que mediante el incremento de los ingresos reales de la gente pobre.
Los intentos de los gobiernos del eje "bolivariano" por aumentar la "igualdad" a través de subsidios clientelistas y pseudoempleos que condenan a los desocupados crónicos a agitar banderitas en actos oficiales y regalan nafta y tarifas eléctricas congeladas para los segmentos de mayores ingresos, logran en la práctica aumentar la desigualdad y a la vez, la pobreza.
Hasta los más recalcitrantes partidarios de los gobiernos "progresistas" del ALBA - Nicaragua, Republica Dominicana, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina- se preguntan porqué cuando se incrementan los llamados "subsidios sociales" 3 o 4 veces, el ingreso cae y la pobreza aumenta, a pesar de la mejora nominal en la "distribución" de ingresos conforme al coeficiente Gini -que mide la "dispersión" estadística del ingreso- . La "sociedad más igualitaria" en el hambre y la improductividad luce como estas estadísticas de la Argentina kirchnerista entre 2003 y 2007:
Tomando como ejemplo el caso del clientelismo argentino, la pobreza no sólo no ha retrocedido de los niveles atroces de 2003, sino que ha aumentado a un 39 % de la población, con un nivel de más del 20 % de desempleados o subempleados y más del 40% de los "empleados" trabajando en "negro".
Los "subsidios" -fondos que dicen ir a planes de desempleo, distribuidos por "punteros" y "piqueteros"- han aumentado de 8,000 millones en 2003 a 31,000 millones en 2008 mientras que la pobreza no sólo no se ha reducido sino que ha crecido -demostrando que el clientelismo la aumenta en lugar de disminuirla-
Porqué?
- Porque estimula la improductividad -hay que estar "desocupado" u ocupado haciendo hijos para cobrar-
- Porque estimula la corrupción de quienes "reparten" y se quedan con un 30 % promedio de los subsidios
- Porque desanima al esfuerzo, al hacerlo irrelevante -hagas o no hagas algo útil, cobras lo mismo-
El uso del coeficiente Gini como una métrica de progreso en este contexto sirve para confundir la "igualdad" de Zimbabwe, Bolivia o la actual Argentina con 40 % de pobres -en aumento- con la de Suiza, Luxemburgo o Holanda, vaciándola de contenido: sus resultados -en los primeros, igualdad en la pobreza y el atraso, en la que masas cada vez mayores se hunden progresivamente en la miseria ("mejorando" el índice Gini), en los segundos, donde la mayoría de la población ha primero aumentado su riqueza y gracias a ello, elevado el nivel de vida de todos-.
Y los datos estadísticos lo verifican:
Recurriendo a la estadística de Naciones Unidas y Banco Mundial presentada en su libro
Capital Intelectual (2008) por el experto en desempeño social Mariano Bernárdez, podemos comprobar que -comparando los índices de Libertad Económica (Fundación Heritage, Wall Street Journal), Desarrollo Humano (Naciones Unidas) y Facilidad para Hacer Negocios (Banco Mundial) con el índice Gini de "igualdad en el ingreso" en términos del aumento del PBI (ingreso) por persona en términos reales, surge una enorme paradoja:
Luxemburgo y Suiza -con los máximos niveles de PBI por persona- tienen un Gini bajo porque la mayoría de la población es rica gracias a sus altos niveles de Libertad Económica, Desarrollo Humano y Facilidad para Hacer Negocios.
India -con una de las poblaciones más pobres del planeta- es uno de los países más "igualitarios" en términos de ingreso del planeta. También lo son los atroces países africanos que tienen récords de "igualdad" en el hambre y la destitución social.
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Nadie hace huelgas o protesta por mayor "igualdad", sino por mayores ingresos reales.
Eso es lo que reclaman quienes huyen en masa -o tratan- de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, el África "socialista", Corea del Norte.
Piden mejores ingresos y sus gobiernos les responden que no los tienen, pero tienen mayor "igualdad".
Los países que progresan muestran, por el contrario, muchas veces grandes desigualdades -Ginis altos- a cambio de mayores ingresos mínimos.
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El secreto es simple: cuando usamos índices como el Gini basados en normas -midiendo la brecha entre niveles de ingreso máximo y mínimo en lugar de comparar los niveles de pobreza o riqueza de la mayoría de la población- estamos confundiendo "equidad" con justicia -como si la miseria generalizada en la que viven los cubanos en Cuba fuese más "justa" que la "desigualdad" entre los ingresos de sus parientes en Miami que los mantienen girando remesas de sus ingresos "desiguales".
Un país en el que la inmensa mayoría de los habitantes viven en la misma exacta miseria -como Zimbabwe o Cuba (que reveladoramente no provee datos de ingresos para calcular su índice Gini)- tendría un Gini casi perfecto, cercano a cero, ya que sería, por cierto, más "igualitario" en la injusticia.
La forma más fácil de aumentar la "igualdad" es extendiendo la pobreza a mayores capas de la población -que es lo que hacen los modelos clientelistas al comprar votos con subsidios y los modelos totalitarios con sus tarjetas de racionamiento-.
Darfur es así más "igualitario" que´Holanda o Suecia. India, más "igualitaria" que Francia. Los cubanos en Cuba tienen más "igualdad" que sus parientes en Miami que les envían dinero para que no padezcan hambre..
El coeficiente Gini -creado para otros propósitos- es usado deliberadamente para confundir justicia con "equidad" , ocultando y justificando el hambre atroz de los regímenes "igualitarios" al disimularlo en términos de la "media" estadística.
No importa la pobreza real, sino su "distribución equitativa"-
Los gobiernos que usan el Gini para justificar sus políticas económicas son de hecho, los más reaccionarios del planeta -en tanto definamos progreso como la mejora del nivel de vida de la población (alimento, salud, vivienda, educación, ingresos)-
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Cuando les vuelvan a mencionar el "Gini" o pregonar la "distribución igualitaria" de los ingresos como símbolo de "progreso" o "justicia social", pregunten por el PBI por persona, y los otros índices.
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La "igualdad" en la "distribución" de la miseria debe ser denunciada como una justificación reaccionaria del atraso y la pobreza, no presentada como métrica del "progreso" social.
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Referencias
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