- Negociar un ajuste y repago a acreedores privados, públicos con la ayuda de un FMI mientras mantiene una alianza con enemigos declarados de Donald Trump y su agresiva política exterior como las dictaduras de Venezuela e Iran. (Trump ya ha sancionado con tarifas a Argentina como primer medida)
- Sostener un sistema clientelista con 18 millones de personas que cobran y solo 8 millones que aportan- mediante retenciones a los exportadores, un gigantesco impuestazo al 52% que no lo quiso votar y con un cepo cambiario que mantiene un peso sobrevaluado (a 63 por dolar cuando se cambia por moneda uruguaya a 123 y se cotiza en el mercado negro a 80).
- Redistribuir los fondos recaudados de los distritos productivos -CABA, Cordoba, Mendoza- a los deficitarios crónicos que viven de los subsidios -GBA, provincias despobladas y entregadas al narcotráfico-
- Congelar tarifas y precios de combustibles mientras trata de atraer inversores para que hundan 20,000 millones de dolares en Vaca Muerta con la promesa de un regimen jurídico y de contratos especiales como los que ya violaran con YPF Repsol en la década anterior y evitando el embargo de acreedores como los fondos buitre que ya revolotean comprando deuda argentina.
- Bajar los astronómicos costos laborales sin bajar los salarios ni los ingresos de los poderosos sindicatos que controlan la rutas de tierra, mar y aire y por ende la salida y coste de las vitales exportaciones.
- Conciliar las multiples alas de una coalición insostenible entre grupos piqueteros que controlan las calles, narcotraficantes que controlan las provincias y municipios, empresarios protegidos que viven de la inflación y el cierre de la economía, el "cristinismo" duro de la La Cámpora y el menemismo del que procede junto con otra parte de su gobierno. Agreguemos un ministro de economía sin experiencia asesorado por un enemigo declarado del FMI como el academico Stiglitz con un record de desastres como la reforma de Grecia.
Y ya sabemos como termino sus dias Houdini.
El saludo de Año Nuevo del inefable -y certero- humor de Peter Capusotto es el mas adecuado. Para el nuevo gobierno 2020 parece encaminado a ser un feliz 1973.