Un reciente articulo central del Wall Street Journal termina de ilustrar la distancia casi astronomica que separa el "relato" oficial del gobierno de Cristina Kirchner de la realidad que viven sus gobernados -votantes y no votantes-.
Para cualquiera que siga las maratones oratorias por cadena de radio y televisión de la versión de "Alo Presidente" inaugurada por una cada vez mas descontrolada y agresiva Cristina Kirchner el "relato" es el de un pais maravilloso, sin pobreza,desocupación ni corrupción, creciendo a pesar de crisis puramente externas.
Paradójicamente, como en el caso sovietico, la propaganda oficial que puede parecer convincente a quienes no viven en la Argentina resulta completamente contraproducente para los que sufren la realidad cotidiana dentro del pais.
Cuanto mas frecuentes las transmisiones y declaraciones, mas evidente el contraste con la realidad: la "nacionalizacion" de YPF se traduce en escasez y aumento de combustibles y tarifas, mientras el recien puesto CEO amenaza con renunciar; la "nacionalizada" Aerolineas Argentinas pierde 2 millones de dolares diarios y genera constantes cortes de servicios; las obras ferroviarias anunciadas en 2003 se traducen en trenes que chocan con regularidad; los subterraneos que ostentan carteles de obras de la "Presidente Cristina Kirchner" están parados durante semanas y las obras no se inauguran; de las 300,000 viviendas prometidas por Nestor Kirchner en 2003 no se han construido mas de 3,600, generando ocupaciones de predios y escandalos inmobiliarios; las inversiones de China, Angola y otros posibles proveedores de dolares y petroleo se convierten en penosos papelones e incluso en prestamos en sentido contrario; el dinero invertido en usar el fútbol como propaganda ha resultado en humillantes derrotas en el ultimo Mundial y eliminaciones en los Juegos Olímpicos.
Anuncios de "crecimiento con inclusión social y distribución equitativa" pueden ser vistos en carteles oficiales en l Avenida Alem, tras la Casa Rosada, donde se encuentran los dos vecindarios de mas crecimiento: las torres de 7,000 dolares el metro cuadrado de Puerto Madero (donde viven los gobernantes) y la villa 31 bis de Retiro (donde viven los que los votan a cambio de "planes sociales").
La lista de ejemplos de realidades diametralmente opuestas a los mensajes es tan extensa que ha generado una nuevo habito en los receptores de la propaganda: apostar a lo contrario de lo que se anuncia: la mera anticipación del control de cambios produjo una colosal corrida cambiaria y acelero la fuga de capitales y retiro de depositos en moneda extranjera; los anuncios de cortes de subsidios provocaron avalanchas de compras anticipadas de tarjetas SUBE y otras variantes.
Como en una sociedad de estafadores, gobierno y gobernados tratan de aventajarse recíprocamente: el primero expropiando constantemente, los segundos votando al "mal menor" para luego tratar de eludir controles y sacar las ventajas posibles.
Al igual que en la Union Soviética y la Rusia de Putin, a la corrupción y los poderes dictatoriales del gobierno, los gobernados responden con cinismo, refugiándose en los crecientes feriados y las estratagemas para transformar los pagos en moneda falsa con consumo inmediato, haciendo honor al viejo dicho sovietico "ellos fingen que nos pagan, y nosotros fingimos que trabajamos"
El resultado es una caída abismal de la productividad y una progresiva paralización de toda actividad productiva genuina, con 11 millones de personas viviendo de subsidios, 9 millones aportando y 2,5 millones viviendo del robo y otras formas de delito.
El problema argentino no es ya economico o politico sino cultural: votar por dictaduras a cambio de subsidios y pagos en cuotas. La propaganda kirchnerista se parece cada vez mas a la de los gobiernos militares -que dicho sea de paso, fueron recibidos en 1930, 1955, 1966 y 1976 con aplausos y apoyo masivo- : búsqueda de enemigos "externos" y "antinacionales", uso del deporte, "causas nacionales" (Malvinas, conflictos con países limítrofes, acreedores, países normales) y subsidios como mecanismos para mantenerse en el poder y justificar los continuos fracasos y catastrofes económicas y sociales.
Los gobernados se convierten de este modo en cómplices confortables, adictos a las ventajas transitorias que obtienen a cambio de hipotecar su futuro y el de sus descendientes, también resignados a la realidad de un país donde cada nueva generación vive mas precaria e insegura que las anteriores.
Cuando los argentinos pretenden escandalizarse por sus gobiernos preguntandose "como puede ser que siempre tengamos ladrones e incompetentes en el poder", la respuesta no retorica es simple: votandolos.
1950 año del Libertador, etc.
Y si el llanto te viene a buscar...
De un tango
Y si el llanto te viene a buscar
agarrálo de frente, bebé entero
el copetín de lágrimas legítimas.
Llorá, argentino, llorá por fin un llanto
de verdad, cara al tiempo
que escamoteabas ágilmente,
llorá las desgracias que creías ajenas,
la soledad sin remisión al pie de un río,
la culpa de la paz sin mérito,
la siesta de barrigas rellenas de pan dulce.
Llorá tu infancia envilecida por el cine y la radio,
tu adolescencia en las esquinas del hastío, la patota, el amor sin recompensa,
llorá el escalafón, el campeonato, el bife vuelta y vuelta,
llorá tu nombramiento o tu diploma
que te encerraron en la prosperidad o la desgracia
que en la llanura más inmensa te estaquearon
a un terrenito que pagaste
en cuotas trimestrales.
Se acerca la hora del llanto.
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Referencias
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