Una de las formas favoritas del "relato" "nacional y popular" en Argentina es el reclamo periódico por "las Malvinas", en el que adoctrina desde la mas tierna infancia a generación tras generación desde 1833. En 1994, en un nuevo arrebato de fervor patriótico los constituyentes incorporaron el reclamo a la Constitución reformada -ya en si un mamarracho cargado de peligrosas amputaciones de la división de poderes, la independencia de los jueces y la prolongación de los mandatos ejecutivos.
Mientras que en Gran Bretaña no faltan ingleses que cuestionen no solo la soberania sobre las islas sino la misma conveniencia de tenerlas que proteger y sostener sin que nadie los tilde de "vendepatrias", hacerlo en Argentina supone inmediata condena al ostracismo cuando no ataques personales -como los que sufrieron quienes cuestionaban el "patriotismo" de la desastrosa invasión de 1982 en medio de las avalanchas de publicidad oficial negando la tremenda paliza y papelón recibidos-.
En realidad, si se usara el sentido común y los ejemplos históricos podrían verse alternativas mucho mas realistas y productivas que una nueva aventura militar o la delirante negativa a aceptar que los habitantes de las islas desde hace 180 años son tanto o mas legitimos que quienes pretenden desalojarlos con solamente 3 años de gobierno (1829-1833) autoproclamado a cargo de un austriaco llegado a la Argentina 10 años antes (1819) -Luis Vernet- habilitado para hacer negocios con lana y lobos marinos por el gobierno de Buenos Aires (no reconocido por el interior del pais).
Mientras Argentina reincide en el discurso patriotero y nacionalista cada vez mas alejado de la realidad de las islas, Gran Bretaña avanza a pasos acelerados en los dos frentes que cuentan: los contratos de exploración petrolera y el referéndum vinculante de la población permanente.
Lo primero provocara un auge económico sin precedentes y creara una financiación automática para defensas militares inexpugnables y acceso turístico y comercial de otros países latinoamericanos con gobiernos sensatos. Lo segundo establecerá las bases para una eventual independencia -tan fundada como la que en 1810 proclamaron apenas 155 de los 224 vecinos de Buenos Aires en el cabildo abierto (penas un 61 % de los votos y una cifra ínfima comparada con los 27,000 habitantes que tenia la ciudad en el censo de 1778), poniendo a Argentina ante Naciones Unidas de pleno en el rol de la "potencia colonialista" que trata de endilgar a Gran Bretaña.
En el mejor de los casos, Argentina no reclama una provincia o lugar que nunca poblo ni cuido (ver grafico debajo indicando los tiempos de cada nacion ocupante), sino una colonia, que pretende anexar negando los reclamos de independencia de sus legitimos habitantes.
Tiempo que gobernaron las Malvinas/Falkland
Pero hay alternativas serias al discurso "nacional y popular" para que Argentina puede reconstruir un mínimo de chances con las islas.
Una de ellas es considerar la "ocupación" británica como una oportunidad en lugar de una afrenta y amenaza, siguiendo el ejemplo de China con Hong Kong y Macao -colonias británicas y portuguesas que aun "devueltas" simbólicamente siguieron manejándose con las regla de ley y las garantías comerciales inglesas. Mas aun, China copio el modelo de Hong Kong en 17 ciudades de la costa, denominadas Zonas Económicas Especiales, que fueron el punto de partida del vertiginoso crecimiento a "tasas chinas" -reflejado en este auto show de Hong Kong, Macao y Shenzhen:
Los chinos aprovechan los casinos de Macao para turismo con ingresos cinco veces superiores a los de Las Vegas
Los "piratas" ingleses no solo entregaron Hong Kong sin uso de la fuerza, sino que festejaron la cesión como un paso adelante en su relación comercial con China, el mercado mas grande del mundo. Porque no intentarlo al revés reconociendo la independencia de los isleros oficialmente y aprovechando su regla de ley para hacer inversiones, especialmente en petroleo y gas que hoy YPF no puede atraer al continente?
China por su parte, no tardo en instalar Shenzhen frente a Hong Kong como Zona Económica Especial, copiando con beneficios su sistema económico de mercado y su regla de ley
España hizo lo propio con Gibraltar -al margen de los discursos nacionalistas y patrioteros-, aprovechando el impulso comercial y turístico y esta en avanzadas tratativas para buscar una transferencia en el modelo de Hong Kong
La regla de oro de estos casos es pensar en los intereses mutuos y adoptar el sistema economico y politico mas eficiente para impulsar la prosperidad y el bienestar de todas las partes.
Deng Xiao Ping no vacilo en incorporar las ventajas economicas del mercado bajo el nombre de "comunismo de mercado" (al que defendio diciendo que "no importa el color del gato con tal que cace ratones").
El lema para pensar esta alternativa al fracasado discurso patriotero seria "las Malvinas son argentinas, y las Falklands son británicas" Contentos?
Ahora hablemos de negocios y dejémonos de poses y pavadas.
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Referencias
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