"Dejen a los que lo deseen escribir las leyes de la nacion - si me dejan escribir sus libros de texto" Paul Samuelson (citado por William Barnett)
En un pais con un 36 % de pobres estructurales -el doble de la media historica de 15 % (leer Orlando Ferreres, Dos siglos de economia argentina - un buen ejemplo de verdadero economista que analiza series historicas de estadisticas en lugar de hace adivinanzas basadas en el valor del dolar del dia) , donde hay mas economistas en TV que comentaristas de futbol (y con la misma eficacia predictiva) y donde todos los economistas se declaran "keynesianos" y "anti-monetaristas", vale la pena escuchar voces jovenes como la del economista Javier Milei, autor de tres recientes libros sobre la catastrofe populista de la llamada "decada ganada" (2003-2015): El retorno al sendero de la decadencia argentina (2015); Mejores politicas publicas Argentina 2 (co-autor con Juan Carlos de Pablo, Cecilia Rumi y Rosendo Fraga) y Lecturas de economia en tiempos del kirchnerismo.
Milei explica y coloca el analisis del derrumbe economico y social de la Argentina no solo en el obvio desbarajuste del "modelo" de saqueo estatal y cleptocracia desarrollado por el matrimonio Kirchner sino en la menos obvia pero mucho mas durablemente perniciosa predica de los "economistas" "keynesianos" y "neokeynesianos" que pululan en los canales de television, diarios (oficialistas y opositores) y asesorias de Argentina.
Las comillas a los terminos "economista" y "keynesianos" corresponden porque mas de un 70 % no son lo primero y el 100 % no tiene mas que una remota resemblanza con las ideas de John Maynard Keynes.
Un verdadero economista tiene -ademas de un titulo de una universidad seria (ciertamente no la UBA que doctoro al insolito Axel Kiciloff por disertar sobre Keynes -algo que no seria aceptado ni para un undergraduate paper en Estados Unidos o Europa-) - una formacion cientifica que se puede resumir en las palabras del keynesiano (que trabajo con Keynes y con Kennedy) Premio Nobel Paul Samuelson, cuando se refirio a como se habia equivocado -junto con el 80 % de los economistas americanos de su tiempo- en pronosticar una depresion economica al terminar la Segunda Guerra Mundial.
Ocurrio lo contrario, precisamente, y solo un reducido grupo de economistas "monetaristas" predijo la expansion colosal de los cincuentas y los sesentas que triplico el PBI per capita y convirtio a la economia de Estados Unidos en la superpotencia global que aun es.
Entrevistado por el economista y co-editor William Barnett para el libro Inside the economist's mind: Conversations with eminent economists , Samuelson explico su reaccion al descubrir su error:
"He dicho muchas veces cuanto odio estar equivocado. Esto ha abortado muchos de mis errores en estado embrionario. Pero odio mucho mas seguir equivocado. Desde muy temprano, aprendi a chequear mis afirmaciones pasadas contra los hechos. Uno aprende mucho de sus errores y muy poco de sus aciertos." (Murray, Op. Cit)
Pues bien, en Argentina hay aun un rebaño de economistas que de tales solo tienen un diploma colgado en la pared. Un diploma que deberia decir "Economista Argentino Exitoso" para ser mas claro. (Samuelson decia con humor que hay cuatro sistemas economicos: capitalismo, socialismo, Japon y Argentina -dejando este ultimo caso para otra serie de ejemplos de leyes y principios economicos verificados por la via del absurdo-)
Ese rebaño, como uno de ovejas, miro para otro lado y hasta celebro con el termino "no ortodoxo" (definido como elogio) los disparates de las cuentas populistas:
- "crecimiento a tasas chinas" comparando el PBI tras el colapso de 2001 (cuando habia caido 35 % de la media historica y el ingreso habia sido rebanado en un 70 % por la megadevaluacion y el "pagadios" de los ahorros en dolares de Duhalde-Remes Lesnicov) con el de la decada de salarios chinos y soja de 600 dolares la tonelada (la misma que en 2001 cotizaba debajo de 200)
- el "default" a los acreedores extranjeros y locales (2.5 millones de jubilados) presentado como "desendeudamiento" y
- la pobreza ocultada por el fraude estadistico y tornada estructural por los "Planes No Trabajar" y la "Asignacion Universal por Embarazo" que crearon 11 millones de dependientes del Estado sostenidos por apenas 9 millones de empleados en blanco.
Esos economistas argentinos exitosos lo fueron en llamar al colosal endeudamiento interno y la quiebra de las empresas estatizadas (en ese orden) via precios de energia y servicios publicos congelados por una decada de 20 % de inflacion media en dolares (3 x 1) "estimulo a la demanda, como si Keynes hubiese alguna vez propuesto semejante disparate.
Por el contrario, Keynes -que despreciaba el marxismo con el que el ultimo ministro de economia autor del "cepo" cambiario y la brillante venta de dolares "futuros" se autodefinia- consideraba el pleno empleo como una excepcion y no una regla, y abogaba por estimular la demanda solo para activar un mercado deprimido alentando la inversion privada por un tiempo reducido al necesario para recuperar en forma autosostenible la actividad economica.
Citemos a Keynes brevemente:
"By a continuing process of inflation, government can confiscate, secretly and unobserved, an important part of the wealth of their citizens."Suena poco "keynesiano"? Algo "monetarista"? No es para sorprenrderse. Siendo Keynes un enemigo de teorias dogmaticas sostenidas a rajatabla, solia decir que el "no era keynesiano", y cuando uno de sus criticos critico sus "constantes cambios de opinion", Keynes respondio con su ahora famoso:
"Cuando los hechos cambian, yo cambio mis opiniones. Y Usted?"que como se vera, no es muy diferente que lo dicho por Samuelson. O lo sostenido por su archirrival, colega y amigo personal Milton Friedman a sus alumnos:
"Sigan a los hechos, dondequiera que los lleven."
Esto es lo que hace el joven profesor Milei y muchos otros jovenes economistas formados seriamente que llaman a las cosas por su nombre profesional.
Los invitamos a leer su obra, con un solo reparo: lamentablemente muchos de sus libros estan solo en formato electronico.
Un signo de la "decada ganada" en la que tres cuartos de los libros profesionales de Economia y ciencias dejaron de distribuirse en Argentina.
Tal vez ahora las cosas cambien.
Y si no, seguiremos aprendiendo de los hechos acumulados.
De los derrumbes economicos -y luego politicos- de Argentina, Venezuela, Cuba y el resto de los paises que se volcaron al populismo puede venir algo bueno: aprendizaje.
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