Venezuela, Argentina: el futuro tras el colapso populista: 2021 y mas alla

Como venimos explicando en este Blog desde 2008 -cuando la ola populista barría con los gobiernos de América Latina y Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Lula y Néstor Kirchner estaban en su pico de popularidad montando estados benefactores insostenibles-, la hora de la verdad ha ido llegando -c0mo explicaba Hemingway de las bancarrotas- primero gradualmente y luego de golpe.

La obligada parálisis de la pandemia ha desnudado la bancarrota financiera en que los  20 años de subsidios y compra de votos ahuyentando las inversiones ha dejado a los paises gobernados por modelos populistas.

Como un gigantesco experimento global, la pandemia permite comparar descarnadamente la performance social de los países que han seguido modelos populistas con la de los pocos que como Chile y en menor medida Uruguay, han mantenido un modelo de alentar la inversión privada, la apertura de mercados y la prudencia fiscal construyendo fondos de reserva en lugar de cheques voladores.

A la hora de vacunar, Chile y Uruguay han tomado la delantera con perspectivas ciertas de vacunar al 70 - 80% de la población requerido para la inmunidad de horda y la reapertura segura en un promedio de 80 días, 

mientras que Argentina y Venezuela contemplan 383 dias (1 año ) a 2603 dias (7 años) respectivamente para lograrlo.

Como en las fabulas aleccionadoras de los tres cerditos o de la cigarra y la hormiga, mientras las hormigas liberales comienzan a ver la reactivacion de sus economias a corto plazo, los grillos populistas se enfrentan con una cruda disyuntiva entre morir de COVID o morir de hambre.

Venezuela muestra ya el modelo de lo que vendrá. Aconsejo al lector detenerse 10 minutos a ver los ejemplos de este documental reciente que muestra las desesperadas estrategias de supervivencia de los que fueran "beneficiarios" del clientelismo bolivariano:

 

 Otros lectores tal vez ya lo intuyan por convivir con parte del 25% de emigrados venezolanos que pudieron escapar a países vecinos aun no tan deteriorados. Para ellos, tal vez sirva esta conferencia de las TED Talks:

En cuanto a la Argentina que voto por escaso margen volver al modelo kirchnerista, el microcentro de Buenos Aires muestra ya la misma imagen de bomba neutrónica que el de Caracas. 

Para la segunda mitad de 2021, Venezuela y Argentina enfrentan una situación dramática que sus respectivos dirigentes trata con remedios y pensamiento mágico: cierres indefinidos, suba de impuestos, cierre de fronteras y exportaciones y emisión sin respaldo. Todos estos "remedios" solo agravan la enfermedad empeorando su desenlace.

Venezuela tiene todos los caminos pacíficos y normales cerrados por la combinación de una dictadura populista con unas fuerzas armadas corruptas que lucran con las migajas de la economía estatal como pantalla para el masivo negocio del narcotráfico.

En el caso de Argentina, las elecciones primarias y legislativas previstas para Octubre y  que el gobierno ya trata de postergar o cancelar podrían ofrecer una vía de escape con otro masivo vuelco en contra de lo que eligieron hace apenas un año y medio.

Se puede espera que los argentinos actúen como los americanos renuentes a entrar en la Segunda Guerra que Winston Churchill describió con una frase lapidaria: "se puede estar seguro de que harán lo correcto después de haber agotado todas las otras alternativas".

La ciudad de Buenos Aires y sus emprendedores porteños han mostrado un nivel de competencia muy diferente del del gobierno nacional, recuperándose por si solos varias veces en el pasado reciente. 

Librados a su suerte, en 2001 convirtieron  el default en booms turísticos e inmobiliarios como los de Palermo Hollywood y Palermo Soho (otros dos barrios devastados) . 

Si logran vencer el asedio en el que los ha encerrado el gobierno de los Fernández como castigo por su voto opositor, seguramente podrán reactivar el microcentro y otras áreas que solo necesitan vacunación y aperturas bien organizadas para volver. Pero el reloj de la asfixia económica sigue avanzando inexorablemente.

A veces la espada contra la pared produce coraje. Seguiremos la evolución de los pacientes.