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Thursday, June 27, 2024

Genocidios Silenciados: Sudan y Congo

 

La calificación de “genocidio” ha perdido seriedad y -lo que es mas grave- ha sido supeditada a cuestiones ideológicas y políticas antes que a los hechos y la definición. Mientras Sudafrica (con un record histórico que obliga a pensar en ironia) acusa a Israel de “genocidio” por los muertos en Gaza (sin optar por incluir a Hamas en el banquillo de los acusados a pesar de que las balas y explosivos no llevan identificación y matan a los que están en el medio de dos bandos armados) y los estudiantes de las universidades occidentales debaten acaloradamente comparaciones entre judíos y nazis, Ucrania y dos genocidios africanos con décadas de curso permanecen en la oscuridad de los filtros del sesgo ideológico o político.

 Hablemos de Sudan

La Guerra Civil en Sudán ha presentado características alarmantes y devastadoras, con reportes indicando una serie de violaciones graves a los derechos humanos que reflejan los criterios de genocidio según las definiciones de las Naciones Unidas:

  1. Número de Víctimas Mortales y Desplazados:
    • Hasta mediados de diciembre, más de 6.7 millones de personas habían sido desplazadas por el conflicto tanto dentro de Sudán como hacia países vecinos (OHCHR).
    • En Darfur, las fuerzas de las RSF y milicias aliadas han matado a miles de personas en ataques étnicamente motivados, con incidentes como el asesinato masivo en la ciudad de El Geneina, donde al menos 87 cuerpos fueron enterrados en una fosa común (OHCHR).
  2. Violencia Sexual y Trata de Personas:
    • Se han reportado numerosos casos de violencia sexual, donde mujeres y niñas, algunas de tan solo 12 años, han sido sujetas a violaciones y esclavitud sexual por miembros de las RSF y milicias aliadas (Amnesty International).
    • Estos actos de violencia sexual han sido utilizados sistemáticamente como arma de guerra contra las comunidades en conflicto (UN News).
  3. Ejecuciones y Ataques Indiscriminados:
    • Testimonios de víctimas indican ataques deliberados contra civiles, incluyendo ejecuciones masivas en lugares como iglesias y centros médicos, como el ataque al complejo de la Iglesia Copta de San Jorge en Jartum, donde cinco clérigos fueron asesinados (Amnesty International).
    • También se ha documentado el uso de ataques indiscriminados en áreas pobladas, incluyendo bombardeos aéreos y artillería que han causado múltiples víctimas civiles (Amnesty International).
  4. Respuesta Internacional y Cobertura Mediática:
    • A pesar de la gravedad de la situación, la cobertura mediática y la respuesta de la comunidad internacional han sido limitadas. Este trato desigual puede ser atribuido a la politización de las organizaciones internacionales y los sesgos ideológicos de las burocracias internacionales. Este fenómeno es más notorio considerando que de las 190 naciones miembro de la ONU, solo 26 son democracias liberales que cumplen completamente con los principios del charter de la ONU y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (UN News).

Estos detalles no solo destacan la severidad de la crisis humanitaria en Sudán, sino también la necesidad de un enfoque más equitativo y comprometido de la comunidad internacional para abordar y resolver conflictos que afectan gravemente a los derechos humanos y la dignidad humana en todas las regiones del mundo.

El Caso del Congo

El conflicto en la República Democrática del Congo (RDC) ha sido prolongado y extremadamente violento, con características que reflejan los criterios de genocidio según las definiciones de las Naciones Unidas:

  1. Duración y Naturaleza del Conflicto: El conflicto en la RDC ha estado en curso desde finales de la década de 1990, exacerbado por la riqueza mineral del país y las intervenciones de fuerzas extranjeras y grupos rebeldes. El enfrentamiento ha causado millones de muertes, con estimaciones que alcanzan más de tres millones de personas para el año 2004, en el contexto de la Segunda Guerra del Congo (Council on Foreign Relations).
  2. Rol de los 'Warlords' y la Violencia: Diversos grupos armados han jugado roles significativos en el conflicto, incluyendo el M23 y otros grupos respaldados por naciones vecinas como Ruanda y Uganda. Estos grupos han estado involucrados en masacres, violencia sexual, reclutamiento de niños y saqueos (Human Rights Watch).
  3. Víctimas Fatales y Violaciones a los Derechos Humanos: En la provincia de Ituri, se documentaron al menos 1,211 civiles asesinados entre enero y octubre, incluyendo al menos 80 por las fuerzas de seguridad del estado. El conflicto también ha desplazado a cerca de 7 millones de personas dentro del país, siendo uno de los números más altos de desplazados internos en África (Human Rights Watch)​​ (Amnesty International).
  4. Violencia Sexual y Esclavitud: La violencia sexual ha sido prevalente y ha alcanzado niveles alarmantes, particularmente en áreas afectadas por el desplazamiento. Más de 38,000 casos de violencia sexual fueron reportados en la provincia de Nord-Kivu en el primer trimestre de 2023, un aumento del 37% en comparación con el mismo período del año anterior (Amnesty International).
  5. Respuesta Internacional y Desigualdad en la Cobertura Mediática: A pesar de la gravedad y duración del conflicto, la respuesta internacional y la cobertura mediática han sido inconsistentes. Esto refleja una posible politización de las organizaciones internacionales y un sesgo ideológico que afecta la visibilidad de ciertos conflictos. A pesar de ser uno de los conflictos más mortales y prolongados del mundo, la atención internacional ha sido a menudo eclipsada por otras crisis globales. Esta situación destaca la influencia de intereses geopolíticos y económicos, especialmente relacionados con los ricos recursos minerales del Congo, en la forma en que se percibe y responde a los conflictos globales.

Este panorama subraya no solo la severidad de la crisis humanitaria y los derechos humanos en la RDC, sino también la complejidad de la respuesta internacional, necesitando un enfoque más justo y efectivo para abordar estos desafíos significativos.

En ambos conflictos, tanto en Sudán como en la República Democrática del Congo (RDC), los 'warlords' y los grupos armados han utilizado los recursos naturales como una fuente crucial de financiamiento para sus operaciones militares y para llevar a cabo masacres. Estos motivos económicos son fundamentales y han sido una de las principales motivaciones detrás de la violencia extrema y la persistencia del conflicto.

Sudán

En Sudán, la lucha ha sido impulsada en gran parte por el control de recursos naturales estratégicos, como el oro y el petróleo. La región de Darfur, en particular, es rica en estos recursos, y los grupos armados, incluidos los de la RSF, se han involucrado en una serie de actividades ilegales, como la minería ilícita y el contrabando, para financiar sus operaciones (Amnesty International). Estos recursos permiten a los warlords y a los militares financiar sus campañas de violencia, pagar a sus milicianos y comprar armamento, perpetuando así el ciclo de violencia y conflicto. La explotación ilegal de estos recursos también ha llevado a desplazamientos forzados y a la destrucción de comunidades, exacerbando la crisis humanitaria.


República Democrática del Congo

En la RDC, la situación es similar, con los grupos armados aprovechando la riqueza mineral del país, incluyendo coltán, estaño, tungsteno y oro. Estos minerales son esenciales para la industria tecnológica global, y su demanda ha impulsado una minería ilegal desenfrenada. Los grupos armados, incluidos los rebeldes de M23 y otras milicias, controlan minas y rutas de contrabando, utilizando los ingresos para financiar sus actividades militares y violentas (Human Rights Watch). La explotación de estos recursos también alimenta redes de corrupción y violencia, donde los ingresos de la minería ilegal se utilizan para comprar armas y sobornar a funcionarios, manteniendo así el conflicto y la explotación de las poblaciones locales (Amnesty International).

Impacto de los Recursos Naturales en la Violencia

En ambos casos, la explotación de los recursos naturales no solo ha financiado la guerra, sino que también ha facilitado una serie de crímenes atroces, incluidos asesinatos masivos, violaciones y desplazamientos forzados. La lucha por estos recursos ha llevado a un ciclo continuo de violencia, con los grupos armados empleando tácticas de terror y represión extrema para mantener el control de los territorios ricos en minerales y petróleo.

Este enfoque en los recursos naturales como medio de financiación de conflictos destaca la necesidad de una intervención internacional más efectiva, que no solo aborde los aspectos humanitarios y de derechos humanos, sino que también contemple estrategias de desincentivación y regulación del comercio de recursos que alimentan estos conflictos. La comunidad internacional debe trabajar para cerrar las rutas de contrabando y apoyar iniciativas de paz y desarrollo que beneficien a las poblaciones locales, reduciendo así la dependencia de los recursos naturales para la financiación de la violencia.

La sucia verdad

Los genocidios modernos se mantienen por decadas porque las 26 democracias liberales compran recursos a los warlords que financian las guerras mientras las condenan sin mucho entusiasmo.

Ese entusiasmo solo existe cuando se trata de politizar un conflicto para sumar votos ideologizados en medios o instituciones academicas.

Si China rehusara comprar petroleo ruso las tropas rusas se habrian ya ido de Ucrania. Si los paises de la OCDE y China bloquearan las importaciones de Sudan y Congo los genocidios acabarian.

Si Israel y los paises del Pacto de Abraham acordaran hacer un canal que pase por Gaza habria un estado palestino tan viable y floreciente como Panama y Hamas quedaria sin financiamiento.

La verdad es que la unica arma para evitar guerras interminables esta en proveer alternativas economicas mejores combinadas con controles internacionales.

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