Con la insistencia con la que vuelven a flotar los cadaveres, los esqueletos en el ropero de la familia Kirchner vuelven a las primeras planas con las denuncias sobre el pasado de funcionaria 1975-1983 de Alicia Kirchner.
La historia no solo desmiente el mito de la lucha contra la dictadura con el que los Kirchner disfrazaron sus lucrativos negocios inmobiliarios con los interventores militares de Santa Cruz
como colaboradores activos de "las fuerzas vivas" (vale la ironia) que apoyaron el golpe militar de 1976
Sino que expone un detalle mas revelador de la relación simbiotica entre los dirigentes peronistas -particularmente los de Puerta de Hierro y Montoneros- con las cúpulas militares y paramilitares que crearon la Triple A -en 1975, cuando la Sra. Kirchner se desempeñaba con rango de secretaria de estado en el final del gobierno de Isabel Peron- y sentaron las bases para el exterminio de los llamados "perejiles" (aquellos que no tuvieron la vision de reemplazar la"patria socialista" por cómodos despachos de colaboradores de interventores)
Tras la caida de Isabel Peron -en la que colaboraron activamente las cupulas montoneras que negociaban con el almirante Massera una version "nacional y popular " de la dictadura-,
la Sra. Kirchner fue confirmada en su cargo, y su hermano convertido en interlocutor y financista.
A diferencia del odiado Menem que fue verdaderamente preso despues del golpe de 1976 y nunca oculto su indiferencia por las victimas de la tragedia desatada conjuntamente por militares y cúpulas montoneras, los Kirchner optaron por tirar debajo de su tren triunfal a sus enemigos ocasionales acusándolos de haber hecho exactamente lo que ellos durante 1976-83.
La verdadera historia siempre vuelve a aparecer, espoleada por la desconfianza que generan las exageraciones del revisionismo propagandístico.
Y una vez que comienza a brotar -como los NNs de las tumbas en las que los dejaron las, "operaciones" montoneras contra sus rivales durante los fugaces y sangrientos gobiernos de Campora y Peron,
la Triple A y sus continuadores en el manejo de los mismos Falcon verdes- surge con una fuerza directamente proporcional al esfuerzo para ocultarla y la merecida furia que despierta en los engatusados que los votaron y apoyaron.
Como explicaba un siglo atras Lincoln:
"se puede engañar a alguna gente todo el tiempo; hasta es posible engañar a toda la gente por algún tiempo; lo que es realmente imposible es engañar a toda la gente todo el tiempo"
Como el fantasma del asesinado padre de Hamlet que vuelve a denunciar a sus asesinos usurpando el trono, los testimonios del pasado vuelven a exponer en su verdadera dimensión a los responsables de la continuada tragedia argentina, ayudados por investigadores y periodistas tenaces.
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Referencias
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