El recientemente elegido Peña Nieto ha sorprendido con un inesperado giro -que recuerda el del Pacto de la Moncloa en España, los acuerdos de gobernabilidad en Chile y Colombia- que coloca a México en la senda de Chile y Colombia con el acuerdo de derechas -PAN- e izquierdas post chavistas - PRD sin Lopez Obrador- en iniciar un proceso de retornar a México al campo de las economías normales y construir un nuevo estado de derecho donde reina la narco corrupción
La reforma incluye abrir la inversión en Pemex, transformándola de alcancía clientelista en empresa viable captadora de inversiones y divisas.
Cortando de cuajo la cabeza mas notable de la corrupción secular de los sindicatos estatales que usan los fondos públicos para condos en San Diego y cirugías estéticas mientras frenan la evaluación del rendimiento educativo
Como describe con su habitual elocuencia y rigor Denise Dresser
Si bien los fracasos de pasadas reformas generan escepticismo sobre la posibilidad de un pacto similar a la Moncloa
Mientras tanto Peña Nieto arremete contra el imperio de Carlos Slim
Y si bien no faltan dudas sobre el nuevo presidente
Estas resultan menos relevantes que el terremoto de los cambios que ha iniciado, moviendo a México hacia el campo de los países normales de América Latina al tiempo que comienza el derrumbe de los discursos izquierdistas del arco bolivariano.
Un crecimiento del 6 % anual para la próxima década basado en empleo genuino es la oportunidad para sacar al 50 % de los mexicanos de la pobreza sistemica en la que viven los venezolanos, cuabnos, ecuatorianos, bolivianos, paraguayos y argentinos.
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