Escohotado planeaba escribir un libro sobre el
periodo de Marx al Muro de Berlin, pero s llevo una sorpresa al descubrir que
las ideas marxistas tienen raíces religiosas que se remontan al Antiguo Testamento:
"Hace algo menos de una década, cuando empecé este libro, me había propuesto en principio algo sencillo y dictado por la necesidad de reconstruir para entender. El objetivo era precisar tanto como fuese posible quiénes, y en qué contextos, han sostenido que la propiedad privada constituye un robo, y el comercio es su instrumento. Varios años más tarde—tras averiguar quiénes fueron esas personas y grupos desde el siglo XIX— comprendí que su tesis era muy anterior, que había reinado largos siglos sin oposición y que esa zona del árbol genealógico comunista era pertinente para no confundir allí el tronco y las hojas, lo perenne y lo caduco.
Como cabía esperar, el trabajo de documentación se hizo a partir de entonces mucho más arduo e incierto, acechado a cada paso por una evidencia tan incómoda como lo mencionado por un sabio a propósito de otro anterior: «Entonces un hombre era capaz de recorrer toda la ciencia y todo el arte, y trabajar en campos muy distantes sin condenarse al desastre»[ 1]. En mi caso el desastre no venía de campos sino de tiempos vertiginosamente distantes, y la anticipación del fracaso se habría sobrepuesto si el trabajo no hubiese sido compensado con descubrimientos en gran medida imprevistos, que ofrecían una prolongación del sentido.
Al leer la cuarta historia del socialismo, por ejemplo, pude ver que no sólo todas manejaban un paquete de información casi idéntico, sino que hacían gala de un pionero gusto por lo políticamente correcto[ 2].
Cuando mucho, mencionan de pasada a una secta israelita que identificó la compraventa con un pecado de hurto, sin añadir que buena parte de sus miembros se transformaron en nazarenos o ebionitas—el grupo original de Juan Bautista y Jesús—, y que su enseñanza vertebra el Evangelio. El especialista en historia moderna de las ideas entiende que esto es religión, que lo propuesto por Fourier, Blanqui o Marx es política, y que el comunismo constituye una rama del pensamiento socialista.
La obra cubre 3 tomos
Los Enemigos del Comercio I: Una historia moral de la propiedad privada
Este primer tomo se centra en la historia del
comunismo desde sus inicios en la Antigua Grecia hasta el siglo XVIII.
Escohotado examina cómo el rechazo y crítica al comercio y la propiedad privada
han estado presentes en diferentes culturas y eras. A través de un estudio detallado,
muestra cómo estas ideas han sido parte de diferentes corrientes filosóficas y
políticas a lo largo de la historia.
Los Enemigos del Comercio II: Una historia moral de la propiedad: De Marx a Lenin
En el segundo tomo, Escohotado continúa el
relato histórico centrándose en el siglo XIX, un período crucial para el
desarrollo y expansión del comunismo. Durante este siglo, con la Revolución
Industrial y los cambios socioeconómicos asociados, surgen figuras clave como
Marx y Engels. Escohotado analiza la formación y consolidación de sus ideas, y
cómo estas influyeron en movimientos y revoluciones en diferentes partes del
mundo.
Los enemigos del comercio III: Una Historia Moral de la Propiedad: De Lenin a nuestros días
El tercer tomo aborda el siglo XX, analizando
la implementación del comunismo en la práctica, en países como Rusia, China, y
Cuba. Escohotado examina cómo las teorías comunistas se transformaron en
regímenes totalitarios en la práctica, a menudo resultando en opresión,
hambrunas y violaciones de derechos humanos. También se centra en las críticas
y debates intelectuales en torno al comunismo durante este período.
"Los enemigos del comercio" es una
obra densa y repleta de análisis e historia detallada. Dado el alcance de los
tres tomos, las conclusiones e ideas principales son variadas, pero a
continuación intentaré resumir algunas de las más relevantes:
La serie presenta y documenta tres grandes conclusiones e ideas generales
- Crítica del comunismo: Escohotado expone las raices primitivas de la idea del comunismo en su forma más pura, mostrando su naturaleza de prejuicio y fanatismo clasista , similar al antisemitismo y al racismo, ilustrando como, a lo largo de la historia, ha llevado más a la opresión y miseria que a la igualdad y prosperidad que promete.
- Historicidad de las ideas "comunistas": Las ideas contrarias al comercio y la propiedad privada no son exclusivas del comunismo moderno, sino que han existido desde la antigüedad. Es importante entender estas ideas en su contexto histórico.
- Importancia del comercio: El autor argumenta que el comercio y la economía de mercado han sido cruciales para el desarrollo y progreso humano.
Conclusiones e ideas del Tomo I:
- Antigüedad y resistencia al comercio: Desde los tiempos antiguos, ha habido corrientes de pensamiento y grupos que se oponen al comercio y la acumulación de riqueza.
- Ascetismo y comunismo: El autor relaciona ciertos ideales ascéticos con tendencias comunistas, argumentando que ambos buscan una forma de pureza y rechazan la materialidad.
Conclusiones e ideas del Tomo II:
- · Siglo XIX y auge del comunismo: Este siglo vio el nacimiento y consolidación
de las ideas comunistas más modernas, influenciadas por figuras como Marx y
Engels.
- · Desafíos de la industrialización: Los cambios socioeconómicos de la Revolución
Industrial crearon las condiciones para que las ideas comunistas ganaran
tracción, especialmente entre los trabajadores desplazados y marginados.
Conclusiones e ideas del Tomo III:
- · Comunismo en la práctica: A lo largo del siglo XX, varios países intentaron implementar sistemas comunistas. Escohotado argumenta que, a menudo, estos sistemas llevaron a la opresión y la miseria en lugar de la igualdad y la prosperidad.
- · Críticas intelectuales: Durante el siglo XX, el comunismo no solo se vivió en la práctica, sino
que también fue objeto de debates y críticas intelectuales. El autor examina
estas discusiones y cómo influenciaron o reflejaron las realidades de los
regímenes comunistas.
"La Academia de Ciencias de la URSS patrocinó cientos de obras sobre el materialismo dialéctico, aunque nunca asumió una historia circunstanciada y veraz del comunismo, donde habría sido imposible no aludir a san Juan Crisóstomo y al Código de derecho canónico al documentar la idea llamada más tarde fetichismo de la mercancía. La Santa Sede, custodio de un archivo incomparable sobre herejías y alzamientos comunistas con raíz evangélica, tampoco ha instado alguna historia del fenómeno, porque exhumar el conflicto entre la civilizada Iglesia actual y sus milenaristas de otrora abriría heridas profundas. Véase, sin ir más lejos, cómo ha preferido perder feligreses en Iberoamérica a admitir en su seno la corriente llamada Teología de la Liberación.
En el caso del movimiento comunista, la tentación simplificadora lleva a pasar por alto la tenacidad de algo que desde la cristianización del Imperio romano alterna fases explosivas con otras de eclipse, sin desaparecer jamás"
- Para los marxistas, aceptar que el origen de su ideología es una religión (en la que el comunismo sustituye al Paraiso deseado e inalcanzable y la dictadura del proletariado al castigo por el pecado original de ser humanos para convertirnos en "hombres nuevos" o sacerdotes de una fe laica marcada por la adhesion incondicional a la linea del Partido unico que reemplaza a la doctrina infalible de la Iglesia)
- Para la Iglesia, aceptar que sus fundadores tenian ideas "comunistas" como las de la Teologia de la Liberacion.
- En definitiva, la magnifica y titanica obra de Escohotado demuestra una sencilla ecuacion; IDEOLOGIA = FE. IDEAS DIFERENTES=HEREJIA
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