En otro tipico ejemplo de uso de la intimidación desde el gobierno de turno y su aparato de Estado -versiones de linchamiento publico conocidas en Argentina como "escraches", organizados y dirigidos por el gobierno del presidente Kirchner- , las FARC y el gobierno venezolano que las financia desde hace 10 años organizaron un corte por una comparsa de 30 manifestantes pagos instalados con protección de la policía federal dependiente del gobierno central en pleno centro de la díscola ciudad de Buenos Aires, para impedir a 900 asistentes pagos asistir a una conferencia del dos veces ex presidente de Colombia Alvaro Uribe, tras colocar un explosivo en el día anterior.
Las FARC ya habían intentado asesinar en pleno centro de Bogotá a un ex ministro de Uribe una semana antes
La violencia de las FARC es tan legendaria como impresionante y absolutamente impopular
Niños reclutados y asesinados
Repudiadas por millones de colombianos durante años en marchas multitudinarias de respaldo al gobierno de Uribe en Cali
En Medellin
Cartagena
Y alrededor del mundo donde están condenadas por delitos de lesa humanidad y genocidio de más de 38,000 colombianos desde 1964
Las FARC solo tienen como escondite el territorio que controlan por medio del terror en la jungla colombiana -en donde siguen manteniendo rehenes y torturados por décadas- y los regímenes de Cuba, Venezuela y Argentina, que
reivindican la violencia terrorista del pasado y el presente, en abierta negación de los fallos de Naciones Unidas, CIDH y las organizaciones internacionales de derechos humanos.
Su némesis es un hombre pequeño, víctima del terrorismo que asesinó a su padre y uno de los presidentes más populares y exitosos de América Latina, que se retiró tras dos períodos aceptando un fallo de la Corte contra su tercer reelección.
Uribe es famoso por no tener pelos en la lengua ni escasez de argumentos demoledores en contra del chavismo, el castrismo, el montonerismo y los regímenes que amparan la violación selectiva de los derechos humanos
Otros ex presidentes de América Latina han denunciado ya los dobles estándares con los que se pretende amparar a los responsables de violaciones de derechos humanos del arco bolivariano
Los "escraches" , paradójicamente, escrachan más al escrachador que al "escrachado", al poner en evidencia la prepotencia del agresor y la violación impune organizada y protegida por la fuerza pública a los derechos humanos y civiles del agredido.
El derrumbe progresivo del arco bolivariano sigue cercando a quienes pretenden usarlo de aguantadero.
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Referencias
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