El concepto de meritocracia esta actualmente en la mira de la izquierda reaccionaria en todo el mundo, y especialmente en America Latina.
Los populistas de izquierda, influidos por los ideologos del irracionalismo postmodernismo denunciado por filosofos y pensadores serios desde Descartes y Kant hasta Karl Popper, Marx, Freud, Einstein y mas recientement Alan Bloom y Juan Jose Sebrelli -entre las lecturas recomendadas por este Blog- tratan de volver a vender los viejos esquemas del oscurantismo y del irracionalismo fascista de Nietszche que entusiasmo a los seguidores de Mussolini y Hitler.
Quieren ahora igualar para abajo, una segura receta para justificar la mediocridad educativa y cultural, requisito indispensable para domesticar a sus votantes.
Adrian Wooldridge explica en su libro La Aristocracia del Talento: Como la Meritocracia Construyo el Mundo Moderno precisamente eso.
Wooldridge muestra en su estudio como la meritocracia tuvo un caracter revolucionario, permitiendo que la capacidad y esfuerzo individual reemplazaran la herencia, posicion social o el favor de los intereses politicos -una de las esencias del clientelismo-.
Sin meritocracia, la democracia se convierte en un igualador hacia abajo, que castiga el esfuerzo y premia factores no vinculados al esfuerzo, como status, raza, afiliacion politica o religiosa.
Es por eso precisamente que quienes defienden esos factores se oponen tan fuertemente a ella.
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