Sitiada por el cinturón de miseria clientelista del Gran Buenos Aires, ocupada por la sede del gobierno central con poderes absolutos que la paraliza diariamente con piquetes, la asedia con ocupaciones de viviendas y crimen organizado protegido por la Policia Federal cuyo control se le niega, Buenos Aires ha vuelto a rechazar al "modelo de inclusión" que la ha venido atormentando en los últimos 8 años.
El insulso Macri, que en cualquier país normal sería un candidato moderado y en la Argentina pre kirchnerista podría ser un afiliado radical, ha sido convertido por el partido gobernante en el "enemigo público numero 1" y sometido una guerra implacable y cotidiana que paraliza a la ciudad, la priva de policía, corta sus calles, las llena de ladrones y narcos protegidos y convierte sus plazas y calles cortadas y ocupadas por piquetes y actos promovidos por los sindicatos oficiales y partidos ignotos en un aquellarre continuado.
Ayer, tras volcar millones de dólares de propaganda oficial y la suma del poder público y de medios controlados en su candidato oficial, los porteños tuvieron su momento de venganza y respuesta: votaron en masa por Macri, aumentando el caudal que obtuvo 4 años atrás a pesar de una gestión inoperante y paralizada.
Mientras los derrotados seguidores del oficialista Filmus silban a Borges -otro de los símbolos del porteñismo antifascista que los enemigos de Buenos Aires detestan-, los porteños se preparan para disfrutar de asestar al poder que los asedia otra paliza electoral gracias a la "segunda vuelta" que les regala el remoto tercero en discordia, el Walt Disney del izquierdismo pueril, el septuagenario publicista
Pino" Solanas.
Como en 1835, 1945-55, 1966-73, 1976-82, la resistencia de los porteños al poder absoluto seguirá creciendo en relación directa a las provocaciones, vejaciones y ataques que reciben.
El post peronismo aún recuerda el día después de la elección presidencial de 1983, tras el acto triunfalista de la quema simbólica de la efigie de Alfonsin -colocada sin eufemismos en un ataúd- en medio de un acto de casi 500,000 personas en la avendia 9 de Julio, cuando los argentinos y particularmente los peronistas se enteraron que la ciudad de Buenos Aires los había derrotado por primera vez en su historia.
Lo que tanto los que en 1983 anticipaban retroceder una década para "ser gobierno otra vez como en el 73" como los que en 2011 creen en la invencibilidad del voto choripán y las valijas de fondos públicos y aportes venezolanos siguen sin entender es que -por ahora- para ganar en la ciudad de Buenos Aires los tienen que votar los porteños.
Y tanto el 70 % de los que asistieron en 1983 al acto de Luder-Bittel, como un porcentaje similar de los que agitan banderitas y arrojan papel picado en los del "Frente para la Victoria" de las últimas elecciones son transportados en micros desde el Gran Buenos Aires en viaje de ida y vuelta junto con las banderitas, bombos y papel picado.
Como hemos demostrado con cálculos demográficos, Cristina Fernandez ganará la reelección nacional sin problemas.
Pero Buenos Aires seguirá atravesada en su camino, como lo ha hecho durante los últimos 185 años ante la prepotencia de quienes ejercen la "suma del poder público¨.
__________________________________
Referencias
__________________________________
No comments:
Post a Comment